Se llama Tamara Tello Borisovsky, tiene 36 años y trabajó una década en una compañía multinacional. En 2016, denunció de forma interna a un superior por acoso sexual, logrando contar que las situaciones se registraban vía telefónica, por correo electrónico o directamente en el ambiente laboral.
Tras la nula respuesta de la empresa, todo llegó a un punto en que debió pedir licencia psiquiátrica, con ataques de pánico y miedo a resultar despedida. El caso llegó a la justicia y ahora será la Corte Suprema la que defina.
No es aislado el episodio, ya que cada mes llegan a tribunales más de 300 denuncias de mujeres que sufren las distintas formas de acoso sexual en sus ambientes de trabajo.
El caso de Tamara es paradigmático, no sólo por lo que sucedió en su entorno laboral, sino también que fue revictimizada tras denunciar.
"Inició un juicio laboral que en primera instancia ordenó su reinstalación, aunque sin reconocer el acoso sexual. Ambas partes apelaron, pero la Sala X de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo falló en contra de Tamara: revocó la reinstalación y la revictimizó al considerar que consintió la "conducta inadecuada" del gerente por demorar en exigirle que terminara con su actitud.
Su abogado presentó un recurso extraordinario y la Asociación de Abogados Laboralistas (AAL) se presentó como Amicus pidiendo a los jueces de la Sala X concedieran el recurso y mandaran el expediente a la Corte por su gravedad institucional. Pero no sucedió. La Justicia machista volvió a violentarla. Será la Corte Suprema la que deberá expedirse ahora", se explicó en un informe del portal revistacitrica.com.
"El nivel de acoso y hostigamiento eran tremendos. Me la pasaba llorando, me sentía incómoda y no me animaba a decir nada al principio. La sentencia no solo avanza en contra de mis derechos fundamentales, porque soy yo la que me quedé sin trabajo mientras él sigue en la empresa como si nada, sino que no hay perspectiva de género en absoluto", relató Tamara.
Y agregó: "Mezclaron los hechos, no nombran el acoso sexual como si no existiera, solo hacen referencia a una conducta inadecuada por parte de este hombre, que además está en un lugar de jerarquía, con el que hacía uso y abuso de poder sobre mí".
Según un relevamiento efectuado por la organización Defendamos Buenos Aires, actualmente los tribunales de la Capital Federal de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires reciben un promedio de 11 denuncias diarias.
"Las situaciones de acoso sexual en los trabajos se han disparado, y alrededor de 11 cada día ingresan a los Tribunales Laborales y/o Penales de la Capital Federal y de Lomas de Zamora, San Isidro, Quilmes, San Martín, La Matanza, Morón y La Plata", dijo el abogado Javier Miglino.
Guillermo Pérez Crespo, letrado de Tamara Tello Borisovsky, sostuvo que la Justicia actúa "con una falta de perspectiva y conciencia de género absoluta".
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