Hoy es el Día Internacional del Mal de Alzheimer, la forma más frecuente de demencia, una enfermedad que según advierten especialistas será la epidemia de este siglo, dado que uno de los factores de riesgo de desarrollarla es la edad.
En Argentina, la prevalencia es del 12% en las personas mayores de 65 años. Una estadística que se proyecta en alza, dado el aumento de la esperanza de vida. Sin embargo, hay que aclarar que ni la enfermedad de Alzheimer ni otros tipos de demencia forman parte de un envejecimiento normal.
Si bien aún no hay cura para el Mal de Alzheimer, desde distintas instituciones se trabaja para reducir los factores de riesgo, enlentecer el desarrollo de la enfermedad, mejorar la calidad de vida de las personas con demencia y el de su entorno familiar y social y derrumbar los estigmas y prejuicios.
Consultado por este diario, el jefe de la Sección Neurología del Hospital Santojanni, Carlos Mangone, señala que la enfermedad de Alzheimer es la "forma más frecuente de demencia (55-60% de las causas en el mundo), afecta la función cognitiva (memoria, atención, capacidad de tomar decisiones), la personalidad y la conducta".
En este sentido aclara: "Demencia no es locura. El cerebro de una persona con demencia es un cerebro que se va empobreciendo, atrofiando progresivamente, presentando la disfunción del rendimiento de la memoria y otras funciones cognitivas, seguido con trastornos de la conducta y alteraciones en sus actividades funcionales instrumentales (manejo de las finanzas, manejo de las cuentas de dinero, el uso de celular, del teléfono común) hasta avanzar a las básicas y no saber como vestirse, bañarse, pérdida del control de esfínteres, pérdida de la capacidad de alimentarse, lo que lleva a la persona a una dependencia gradual y progresiva de su cuidador (la víctima oculta) hasta la muerte".
"De la enfermedad de Alzheimer nadie se muere -resalta-, sino que las causas de muerte son enfermedades infecciosas intercurrentes porque terminalmente existe un deterioro del sistema inmune".
Asimismo indica que "la demencia no es parte de un envejecimiento normal. Si una persona de 70 años ve que su funcionamiento cognitivo no es el mismo del año pasado debe ir al médico. Y si el doctor le dice 'son cosas de la edad', debe asistir a centros especializados en el problema, ya que debe reclamar por su preocupación".
La prevalencia"La demencia es la epidemia del siglo XXI porque la expectativa de vida se ha incrementado y el principal factor de riesgo para sufrirla es la edad", destaca Mangone, co fundador de la Asociación de Lucha contra el Mal Alzheimer y alteraciones semejantes (ALMA) de la República Argentina.
"A nivel mundial, en 2010 existían 35,6 millones con demencia, que se duplicará hacia 2030 y se triplicará hacia 2050 llegando a afectar a 115,4 millones de personas", resalta el especialista.
Respecto a la situación en nuestro país, Mangone señala que "el único estudio de prevalencia que tenemos es el del doctor Fernando Pages Larraya que dio un valor del 12,18 en 2004".
Ante este panorama, el profesional destaca que la Organización Mundial de la Salud y ADI "urgieron a los sectores políticos de la salud de todo el mundo a tomar medidas urgentes, ya que deben considerar la demencia como una prioridad de salud pública y adoptar estrategias dentro de un plan nacional".
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