En una nueva Encuesta Mensual de Inseguridad (E.M.I.), desarrollada por la ONG Defendamos Buenos Aires, quedó acreditado que desde enero de 2021 a enero de 2022 se han producido al menos 6.000 estafas por internet, particularmente por las redes sociales de Whatsapp, Facebook, Instagram y bancarias, con el gancho de que son ofrecidas en un supermercado o un banco en el ámbito de la Capital Federal y el Conurbano bonaerense, con un botín estafado del orden de los 800 millones de pesos, a un promedio de 133 mil pesos por estafa.
El jueves 30 de diciembre de 2020, Claudia M. una psicóloga de Ramos Mejía, llegaba a su casa luego de hacer la compra para fin de año en un supermercado nacional, cuya sucursal insignia se encuentra en la avenida Rivadavia al 13.800 de la citada localidad del oeste bonaerense. Mientras Claudia subía las cosas a su departamento de la calle Las Heras y O’Higgins, recibió un mensaje de Whatsapp en el que le anunciaban una flor de noticia: había ganado una compra sin cargo por 80 mil pesos en un supermercado de la cadena en la que ella misma había comprado, apenas unos minutos antes. Estaba super contenta. Bajó el resto de la compra a los apurones y subió a su departamento para leer mejor. Solamente le pedían: nombre, apellido, número de DNI y número de la cuenta bancaria para acreditarle el dinero.
Mientras ella tipeaba los datos, la llamaron supuestamente desde el supermercado para orientarla. La invitaron a ir hasta un cajero automático en Avenida de Mayo y Rivadavia y después de manipularla para navegar por su homebanking, le dijeron que en 24 horas tenía acreditados los 80.000 pesos. Al otro día fue al supermercado para comprarse todo y grande fue su sorpresa cuando supo que no solo sus tarjetas estaban bloqueadas (las empresas lo hacen después de varias compras consecutivas), sino que también su caja de ahorro estaba absolutamente vacía. Los estafadores la habían hecho caer en una estafa que hasta el momento supera los 240.000 pesos. Sin embargo esta es sólo una de las miles de estafas que se han cometido el último año, advierte Javier Miglino, Experto en Delitos Informáticos.
"Son tantas las estafas que se producen en las redes sociales, tomando como gancho a los supermercados que en una cadena nacional, otra de origen francés y otra de origen chileno han colocado carteles en lugares visibles en los cuales advierten sobre el accionar de los estafadores. Sin embargo la gente, entre el apuro, los rigores de la pandemia de Covid 19 y la tentación de ganar algo, siguen cayendo. En el mes de diciembre de 2021, por ejemplo, sonaron fuerte regalos y promociones de hasta 100 mil pesos en supermercados, a través de páginas en Facebook e Instagram, que en realidad eran timos para despojar a la gente de sus ahorros", señala el especialista.
Una persona consulta su saldo por Homebanking o por cajero automático o el gerente de una empresa hace lo propio por Interbanking y se sorprende al detectar que su cuenta bancaria está vacía. El sueldo ya no está o el saldo de la empresa se encuentra en cero. ¿Hubo un error? No. Fue un robo.
"Una estafa bancaria de las muchas que ocurren a diario. Y todo pudo haberse originado en una visita al cajero automático si el usuario, desprevenido, no tomó ciertas precauciones. O bien si las claves de Homebanking o Interbanking fueron robadas o luego de la contestación de esos extraños correos electrónicos que habían llegado a la cuenta oficial y sin embargo se respondieron. Todo esto es el primer paso de una larga pesadilla: la estafa a través de cuentas bancarias o cajas de ahorro", asegura Miglino.
"Hay delincuentes conocidos como ‘pescadores’ que colocan en las máquinas dispositivos ocultos, casi imperceptibles, que capturan los datos de las tarjetas de débito y registran las claves ingresadas. La modalidad se llama skimming. Otros se valen simplemente de engaños y ‘cuentos del tío’, ya sea en persona -ofreciendo una supuesta ayuda junto al cajero- o por teléfono, para lograr que las personas les revelen de su propia boca las claves que dan acceso a todo su dinero. Sin embargo, si uno está advertido y toma las debidas precauciones, son pocas las chances de convertirse en la próxima víctima", añade.
"Cada día son más las consultas que nos llegan sobre carteros que llevan una carta documento, un telegrama o una encomienda y solicitan el documento nacional de identidad. Sin embargo, la sorpresa llega cuando el empleado postal toma una foto con su teléfono celular del DNI, lo cual está prohibidísimo y por si sólo es motivo de denuncia", sostiene el abogado.
"El cartero sólo puede leer el DNI y confirmar que es la persona destinataria de la carta, telegrama o paquete y nunca y en ningún caso tomar una foto del documento de identidad; porque justamente una imagen del DNI es lo que usan las bandas criminales para abrir cuentas corrientes y luego pedir préstamos que terminará pagando el sufrido titular del documento nacional de identidad que jamás pudo saber cuando fotografiaron el documento", dice Miglino.
1) Desconfiar de las promociones y regalos por Whatsapp, Instagram y Facebook. Siempre confirmarlo con la empresa por vía telefónica o personalmente.
2) En cajeros automáticos:
a) Revisar el cajero automático:
Antes de insertar la tarjeta de débito hay que observar detenidamente la máquina, para asegurarse de que no le hayan adosado partes truchas. Por ejemplo, cámaras diminutas o un teclado falso (superpuesto al verdadero) para robar las claves. O un microdispositivo dentro o sobre la ranura de ingreso del plástico, capaz de retenerlo y copiar sus datos. Verificar que la ranura de entrada de la tarjeta esté firme, sin partes flojas, sin rastros de pegamento y sin hilos ni nada raro que la obstruya o sobresalga.
b) Hay que mirar que la ranura por la que deberán salir los billetes no esté abierta ni bloqueada.
Si se ve algo de todo esto, no hay que meter la tarjeta. Tampoco si la pantalla dice que el cajero está fuera de servicio o muestra mensajes que no son los habituales.
c) Ante algo extraño, no marcar la clave
Una vez insertada la tarjeta, no hay que apurarse a ingresar la clave. Sólo hay que hacerlo una vez que aparezca esa instrucción en la pantalla.
Además, jamás hay que marcar clave alguna en estas situaciones:
Si, tras ingresar la tarjeta, la máquina no parece haberla detectado o aparece un mensaje no habitual.
Si la tarjeta quedó retenida y alguien en actitud solidaria te dice que ingresar el PIN es la única forma de recuperarla.
Si la tarjeta quedó retenida y la máquina no imprimió un comprobante sobre esa situación.
d) Al ingresar la contraseña, tapar el teclado con la mano.
Para frustrar los fraudes también es clave impedir que los delincuentes logren grabar o espiar las claves que marcamos en el teclado.
Para eso, las precauciones más importantes son pegar el cuerpo a la máquina todo lo posible y tapar el teclado mientras se ingresan las contraseñas, tanto por encima como por los costados.
Jamás ingresar la clave PIN frente a otras personas.
e) No aceptar ayuda de terceros:
Hay delincuentes que, haciéndose pasar por personas que casualmente estaban allí, ofrecen asistencia ante alguna situación extraña. Pueden incluso simular ser empleados del banco. Todo se trata de un timo para estafar. Si se necesitara algún tipo de asistencia para operar, hay que requerirla dentro del banco. Y, aun así, nunca darle la clave al empleado o la empleada para que la ingresen ellos en lugar del cliente.
f) El banco nunca pedirá el PIN por correo electrónico, telefónica o personalmente para realizar ningún trámite. En el caso de recibir un mensaje así, borrarlo de inmediato y/o dar aviso a la Policía.
g) Jamás usar un cajero siguiendo instrucciones telefónicas de un desconocido:
Una de las estafas más comunes en el último tiempo es el "cuento del tío" por el cual el delincuente llama a una persona por teléfono y, con convincentes engaños, le pide que sin cortar la comunicación vaya a un cajero, genere claves y se las informe.
¿Qué dicen para que la persona ‘caiga’? Que semejante operación es necesaria, por ejemplo, para levantar un supuesto bloqueo de su cuenta o tarjeta. O para cobrar un premio o para acceder a un beneficio previsional. Han mencionado incluso los turnos para la vacuna del Covid.
Por eso, los bancos directamente les piden a sus clientes que jamás operen en un cajero automático siguiendo instrucciones que un desconocido les dé por teléfono, cualquiera sea la excusa.
h) Al terminar las operaciones de retiro de dinero/saldo/transferencia; llevarse todos los comprobantes impresos en papel:
Una vez que la extracción se completó y los billetes salieron de la máquina, no hay que distraerse ni bajar la guardia antes de tiempo.