En diálogo con
Diario Popular, el titular de la organización no gubernamental
Libre Mentes, Pablo Salum, explicó que "el caso en
México lo venimos siguiendo desde hace mucho tiempo, porque sabemos que hay tentáculos de esa banda en nuestro país, precisamente
tienen su centro de operaciones en la provincia de Córdoba, y tenemos que estar muy atentos como sociedad para impedir el avance de estos grupos mafiosos y perversos".
En la pesquisa realizada en México, se determinó que la secta "Defensores de Cristo" prometía la salvación eterna y curar enfermedades
mediante técnicas milagrosas. El grupo no sólo carecía de registro ante las autoridades, sino que además sus responsables "cobraban diversas cantidades de dinero a través de lo que denominaban pago de diezmo" a personas a las que
mantenían secuestradas.Fueron los propios familiares de las víctimas captadas quienes se movilizaron para alertar a las autoridades y llegar a las detenciones. En ese marco, los que ingresaban al grupo
eran forzados a realizar trabajos, esclavizados sexualmente y obligados a prostituirse, luego de un intenso proceso de desgaste psicológico.
La conexión con nuestro país no es una casualidad. "Al contrario, tenemos la certeza de que el grupo en Argentina fue hasta México a realizar cursos, que
son capacitaciones, para copiar sus métodos de captación. Nosotros tenemos material que publican, con idénticos métodos de diseño gráfico, de probada eficacia para llamar la atención", dijo Salum.
Un dato aberrante de la investigación en México es que entre las personas que se encontraban en el lugar donde se llevaron a cabo las detenciones había
cinco menores, el más chico de ocho meses. "La menor de 11 años estaba
casada con un hombre de 40, porque así lo permiten las creencias de la secta", indicó un medio mexicano.
"Usan mucho las redes sociales, principalmente
Facebook y Twitter. Uno de los líderes, un español de nombre Tito, tenía en su cuenta más de
48 mil seguidores. Desde allí bajaba línea y captaba personas, adultos o menores. Nosotros hablamos con la madre de esta persona, que desesperada nos pedía ayuda u orientación. Porque el drama de las familias de personas que caen en estas organizaciones es una cuestión aparte, que merece atención", dijo Salum.
Acerca del funcionamiento de los grupos, el titular de Libre Mentes manifestó que "si bien se afirma que con las detenciones en México se cayó la cúpula, hay que decir que
estas bandas se reorganizan para seguir operando, entonces modifican el nombre, se mueven a otra ciudad o a otro país, y hacen exactamente lo mismo que antes".
"El peligro de que se ramifiquen aquí es altísimo. Queremos decirlo, no para meter miedo, sino para prevenir. Sabemos que el centro de operaciones lo tienen en Córdoba, precisamente en la localidad de
Río Cuarto. Y el riesgo es evidente de que puedan captar chicos para vejaciones sexuales, ritos y otras perversidades, o estafen gente con mucho dinero para cursos o promesas de sanaciones".