En esta oportunidad se cruzaron los ministros de Educación de Nación y Ciudad,
Alberto Sileoni y Esteban Bullrich, respectivamente.
Sileoni expresó su desacuerdo con el asueto escolar y remarcó que
"para muchos chicos será un día vacío", mientras que Bullrich aclaró que solo rige "hasta el mediodía", ya que el turno tarde "todos tienen que ir clases".
También manifestó que siempre prefiere que
"no se discontinúen los días de clases" y afirmó que la Ciudad "perdió una oportunidad con este asueto" escolar en el turno mañana porque, enfatizó, "para muchos chicos pasará desapercibido".
El funcionario nacional destacó, en declaraciones a
radio Del Plata, que hubiese sido mejor que este martes se trabajara en las escuelas sobre la asunción del Papa y señaló que esto es "mucho más rico en términos pedagógicos". "Quizás ese día sin clases, muchos chicos en la casas puedan hacer una reflexión, pero para muchos será un día vacío. Podrían haber trabajado en clase con la
biografía de Francisco, con el orgullo de haber llegado a ese lugar, con las posibilidades de trabajar, como él (Francisco) dice, sobre la pobreza", sentenció.
A su turno, la legisladora porteña kirchnerista
María Rachid también criticó la decisión del gobierno de Macri, al asegurar que va en contra de lo que dicta la Constitución de la Ciudad en su artículo 24, donde habla de "la responsabilidad indelegable de asegurar y financiar la educación pública, estatal laica y gratuita".
"El Gobierno manifestó, mediante la norma dictada, su
imposición del culto católico apostólico romano, fomentando el interés por un rito de éste entre niños, niñas y adolescentes, y quienes no profesan esta religión u otras", indicó la diputada.
En un comunicado, sostuvo que "preocupa de sobremanera la violación expresa del principio constitucional de la educación laica y de las garantías federales de la libertad de culto y de conciencia".
"En lugar de suspender las actividades y arrastrar a los alumnos imponiéndole al conjunto un acto de una religión en particular, correspondería, en todo caso, que se dedicara en las aulas a informar sobre este hecho trascendente enfocando en el significado del laicisimo, la libertad de culto y la no discriminación por motivos religiosos", agregó Rachid.
Bullrich destacó que el asueto fue dispuesto tras un debate y una discusión en el seno del Gabinete porteño y que apunta a destacar la llegada de un argentino al papado, "un hecho único en más de 2000 años de historia".
El funcionario del PRO resaltó la "humildad" y la vocación por el diálogo del Papa y lo puso como ejemplo de la posibilidad de alcanzar altas responsabilidades con esas virtudes.