Fernando Villarejo, jefe de la Unidad de Terapia Intensiva de la Clínica Olivos, responsabilizó en su declaración a los dos profesionales acusados por la muerte del ex futbolista.
El jefe de la Unidad de Terapia Intensiva de la Clínica Olivos responsabilizó este martes al neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov por el traslado de Diego Armando Maradona a la residencia del barrio cerrado San Andrés, en la localidad bonaerense de Benavídez.
Fuentes judiciales informaron que el doctor Fernando Villarejo consideró que "debía hacerse otra cosa" luego de que el astro sea intervenido quirúrgicamente por el hematoma subdural.
"Maradona presentó un síndrome de abstinencia en el posoperatorio y yo recomendé no sedarlo, pero Luque optó lo contrario. Diego estuvo sedado 24 horas y le fueron bajando la dosis hasta llegar a la externación", señaló Villarejo durante su testimonial en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro.
“Se decidió sedarlo. Hubo que ponerle un catéter venoso que no fue fácil porque no se dejaba. Lo tuvimos sedado 24 horas, pero uno sabe que cuando a un paciente se lo seda para revertir un proceso de abstinencia, se requiere un proceso más adecuado, con un horizonte que no se termina en 24 horas", declaró.
En este contexto, el facultativo explicó que el ex jugador de Boca y la Selección argentina "debía continuar el tratamiento en otro centro de rehabilitación", a la vez que agregó: "Era un paciente muy especial y era difícil dominarlo. Se hacía lo que él quería".
Además, se mostró "arrepentido" de atender al ex entrenador de Dorados de Sinaloa y Gimnasia Esgrima La Plata porque "le dieron muchas concesiones" durante su estadía en la Clínica Olivos como por ejemplo "las visitas en medio de la cuarentena por el coronavirus con restricciones que no se cumplieron" por parte del sanatorio.
La empleada administradora de una prepaga que fue sospechada por presunto falso testimonio continuó con su declaración en el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona.
Fuentes judiciales informaron que se trata de Nelsa Pérez, una trabajadora de Medidom, la empresa que brindaba servicios médicos al astro cuando se encontraba en la residencia del barrio cerrado San Andrés.
El asesor de Verónica Ojeda y Dieguito Fernando, Mario Baudry, calificó la situación como "terrible" porque la mujer "defendió a los enfermeros".
Por su parte, el defensor del psicólogo Carlos Díaz, Diego Olmedo, sostuvo que la testigo "se contradijo" en que si la internación de Diego fue "domiciliaria" o recibía "cuidados domiciliarios": "Niega que en Argentina exista un instituto de la internación domiciliaria".
En este contexto, resaltó: "No parece que mienta, es una señora mayor de unos 70 años aproximadamente".
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