Una escuela pública del Chaco que no cuenta con edificio propio tuvo que dejar el lugar en el que funcionaba de prestado y los docentes y alumnos exigieron soluciones al gobierno provincial que comanda Domingo Peppo.
Se trata de la Escuela de Enseñanza Superior (EES) Nº 162, ubicada en el paraje Cuarta Legua sobre la ruta provincial 3, a unos 15 kilómetros al norte de la ciudad chaqueña de Pampa del Indio, que fue creada por el gobierno provincial en 2011 sin haber contado con un edificio propio.
A pesar de que el viernes pasado Peppo comprometió un presupuesto de casi 27 millones de pesos “para la ampliación y refacción del edificio de la EES N 162, que se concretará por medio del programa PROMER II”, esta institución jamás tuvo aulas propias.
Es por eso que, durante siete años, los docentes tuvieron que conseguir por sus propios medios un lugar prestado para dar clases, siempre en casas, galpones y hasta en patios (debajo de los árboles) de conocidos.
En ese contexto, esta escuela rural tuvo que trasladarse tres veces desde su fundación, lo cual conllevó una serie de dificultades que empujaron a algunos chicos a no poder continuar con sus estudios.
Actualmente, la escuela cuenta con 30 trabajadores -entre el director, secretario, docentes y auxiliares- y 150 alumnos de primer a quinto año, de los cuales el 90 por ciento pertenece a la comunidad aborigen qom.
Los docentes estaban listos para iniciar las clases del ciclo lectivo 2017 en instalaciones prestadas por la comunidad qom, que en las últimas horas comunicó que no podría seguir facilitando el galpón.
“Esta comunidad nos prestó amablemente el lugar donde estuvimos el último tiempo, pero ahora lo necesita y se lo tuvimos que devolver. Estamos infinitamente agradecidos con ellos”, expresaron los docentes.
Tras perder el galpón, salieron a buscar desesperadamente otro sitio y lograron acceder a un salón comunitario a un kilómetro de distancia, que tiene muchas deficiencias, pero cuenta con techo y paredes donde colgar los pizarrones.
Los maestros denunciaron que nadie del ministerio de Educación de Chaco, que conduce Daniel Farías, se acercó a ofrecer su colaboración: “No hubo un solo funcionario que se comunicara. Tuvimos que trasladar las cosas de la escuela en motos y vehículos prestados”.
Los docentes habían recibido la donación de los terrenos (con título) para la construcción de la escuela, pero están esperando que el gobierno provincial dé señales sobre el presupuesto y el inicio de la obra esperada desde hace siete años.
“Lo último que nos habían dicho desde el ministerio de Educación era que nosotros nos teníamos que ocupar de conseguir un lugar para hacer funcionar la escuela”, manifestaron los maestros.