Los docentes iniciaron una huelga de cinco días en demanda de una recomposición salarial urgente. Denuncian pérdida del 40% del poder adquisitivo y abandono del diálogo por parte del Gobierno.
Del lunes 7 al viernes 11 de julio, el histórico Colegio Nacional de Buenos Aires permanecerá sin clases. Los docentes del establecimiento, dependiente de la Universidad de Buenos Aires (UBA), comenzaron un paro total de actividades en reclamo por una urgente recomposición salarial. La medida fue votada por asamblea del gremio AGD-CNBA y contempla también clases públicas y otras acciones de protesta frente al colegio.
“La situación salarial es dramática”, aseguró Nicolás García Roel, secretario general del gremio. “Muchos compañeros tuvieron que renunciar a la institución por la enorme diferencia salarial con otras jurisdicciones, y cada vez cuesta más cubrir las horas vacantes porque el salario está destruido".
Según los docentes, la falta de respuestas del Gobierno Nacional, que no convoca a negociaciones desde octubre de 2024, agrava la situación. Denuncian que han sufrido un recorte salarial de facto que redujo su poder adquisitivo en un 40% desde noviembre pasado, mientras que los aumentos brillan por su ausencia.
“El 0% de aumento que recibimos el último mes, mientras la inflación sigue en alza, profundizó el malestar del cuerpo docente”, advirtió García Roel.
Uno de los puntos más sensibles es la brecha salarial entre los docentes de la UBA y los de otras jurisdicciones: hasta un 30% menos que en escuelas de la Ciudad de Buenos Aires por el mismo trabajo, aseguran desde AGD-CNBA.
Durante los cinco días de paro, los docentes llevarán adelante clases públicas —el lunes y el jueves— frente al emblemático edificio del colegio, ubicado en Bolívar 263, en pleno casco histórico de la Ciudad. Buscan, de este modo, involucrar a la comunidad educativa y a la ciudadanía en general para visibilizar el conflicto.
Los principales reclamos incluyen:
Pérdida salarial del 40% desde noviembre de 2023.
Salarios más bajos que en otras jurisdicciones por el mismo trabajo.
Ausencia total de negociación salarial desde octubre.
Cero por ciento de aumento en el último mes pese a la inflación.
Deterioro de la obra social universitaria, financiada por aportes docentes.
Creciente autoexplotación laboral para compensar ingresos con más horas.
Finalmente, desde el gremio no descartan medidas más profundas si no hay una respuesta concreta del Gobierno Nacional. García Roel fue enfático:
“El Gobierno Nacional parece no ser consciente de que dentro del sistema universitario están incluidas decenas de escuelas medias en todo el país. Si no hay una recomposición urgente, estamos evaluando no retomar las clases después del receso invernal”.
El conflicto, que ya se inscribe en la agenda educativa nacional, se da en un contexto de ajuste generalizado sobre el sistema universitario, que incluye recortes presupuestarios, deterioro de servicios y falta de paritarias activas. La situación del CNBA podría replicarse en otras escuelas dependientes de universidades nacionales si no hay respuestas institucionales a corto plazo.