El Día Mundial de la Pasta se celebra el 25 de octubre de cada año, una festividad que le rinde homenaje a uno de los alimentos más disfrutados a nivel mundial y cuyo origen nunca se definió por completo.
La pasta, además de ser una de las comidas una de las comidas más populares del mundo, se destaca no solo por su sabor, sino también por lo económica que es y las propiedades nutritivas que tiene. Además, cuenta con una gran variedad, ya que se estima que existen más de 350 tipos.
La efeméride nació de la mano de la Organización Internacional de la Pasta (IPO, por su nombre en inglés). Es una asociación sin fines de lucro que se dedica a promover el consumo de este alimento, a difundir sus beneficios y a aumentar la conciencia de los consumidores.
Desde 1998, esta organización llevó a cabo conferencias en diversas ciudades de todo el mundo, tales como Roma, Nápoles, Génova, Barcelona, Ciudad de México, Estambul, Dubai, Nueva York y Moscú.
Pero la fecha para establecer el Día Mundial fue el 25 de octubre debido a que se celebró en Roma el Primer Congreso Mundial de la Pasta un día como hoy, pero del año 1995. La capital italiana fue elegida sede de este evento porque es el país que más pasta produce en el mundo.
Aunque se considere a Italia como el principal país productor de pasta, esta delicia traspasó las fronteras y se adaptó a las cocinas de todo el mundo. Por esta razón, hay más de 350 variedades: desde los largos y delgados spaghettis, pasando por los robustos macarrones, hasta llegar a las delicias rellenas como los ravioles y canelones.
Las teorías sobre su origen son demasiado variadas. Algunos sostienen que fue Marco Polo quien, tras uno de sus viajes a China en el siglo XIII, introdujo la pasta en Italia. Sin embargo, otros argumentan que su historia se remonta a las antiguas civilizaciones etruscas. Allí, con ingenio y destreza, los habitantes trituraban cereales y granos, los mezclaban con agua y, tras cocinarlos, obtenían un alimento que hoy conocemos como “la pasta”.
La pasta tiene profundas raíces en el país debido a la influencia de las corrientes migratorias europeas. La llegada de inmigrantes italianos en el siglo XIX desempeñó un papel fundamental en la incorporación de este alimento a la dieta argentina. Algunas de las más elegidas por los argentinos son los ravioles, los ñoquis y los sorrentinos.
En términos de producción industrial de pastas, Buenos Aires es la provincia que lidera el camino. Según datos del relevamiento de 2019 realizado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la producción de pastas se concentra principalmente en esta provincia.
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