La industria aerocomercial es una de las que mas crece y se desarrolla del mundo, con cifras que se multiplican y se incrementan de manera continua. En esta ocasión vamos a detallar durante dos domingos los beneficios de la llegada de las low cost y la oposición que enfrentaron.
Son varios los fenómenos asociados a este proceso, en torno sin dudas a la existencia de un alto nivel de globalización y de vinculación entre individuos e instituciones de distintas regiones geográficas.
Consecuentemente el turismo es una actividad asociada que también crece en paralelo, generando desarrollo económico y millones de empleo.
La síntesis bien podría definirse como que al hombre moderno, "necesita y le gusta viajar".
Gran parte de esos viajes de realizan en avión, que es sin dudas en la actualidad el medio más cómodo, seguro y rápido de los que existen.
Ahora si uno debería identificar las razones del increíble incremento en la cantidad de pasajeros transportados por las cientos de empresas aéreas que existen, encontraría que el abaratamiento de los pasajes aéreos es el motivo central que permite ese incremento.
Ese abaratamiento sostenido medido desde el origen de la industria, se vincula con los avances tecnológicos que hacen más eficiente y seguros los aviones, pero también con un proceso que ya acumula décadas de experiencia que son las denominadas compañías de bajo costo (Low cost), que con una formula bastante sencilla permiten que muchas personas que de otro no podrían accedan a viajar en avión.
- Pocas o ninguna oficina de atención personalizada,
- vinculación con el cliente de manera digital (mediante sitios web o redes sociales),
- Uso intensivo del avión con programaciones exigentes de tiempo en el aire,
- cobro adicional por servicios tradicionales (ubicación del asiento, equipaje, embarque prioritario, etc.) - eliminación del servicio de cortesía a bordo y en muchos casos reemplazo por venta de gastronomía y varios por parte de los Tripulantes de Cabina de Pasajeros,
- uso de aeropuertos alternativos con costos operativos y de tasas o fiscales más bajos, etcétera.
Todos esos puntos son importantes y conjugan para que la reducción de costos permita la venta de pasajes baratos, que muchas veces por motivos comerciales se hacen a valores insólitos, de 1 dólar o 1 peso.
Para cada empresa el rubro en cuestión donde sacan ventaja de las compañías tradicionales tendrá un peso específico distinto, pero todas requieren de ese combo de instrumentos para poder operar.
Los aeropuertos alternativos son claves en cuanto a que tienen costos operativos mucho más bajos (en genera son más chicos y eso ayuda) y también las tasas que las empresas deben abonar por pasajero y por operaciones de despegue, aterrizaje y guarda, con mucho menores.
Poniendo foco en Argentina, el bajo nivel de desarrollo de la industria aerocomercial, como de tantas otras, implica que existan muchas menos oportunidades de contar con aeropuertos alternativos.
De hecho, hasta la fecha, solo el aeropuerto de El Palomar (EPA) se está usando como aeropuerto alternativo dentro del Gran Buenos Aires y Capital Federal, a pesar de ello, varias empresas "low cost", empezaron a operar con razonable éxito en medio de una severa crisis de consumo que jaquea cualquier actividad.
Ya se superó largamente el primer millón de pasajeros transportados y son al menos 4 empresas las que nacieron o vinieron a operar en nuestros cielos.
Su mayor valor es sin dudas la democratización del transporte de pasajeros permitiendo que sectores sociales vulnerables o de menores ingresos puedan acceder al placer o la necesidad de viajar rapado, cómodo y seguro.
Pero además generó miles de puestos de trabajo directos, y decenas de miles indirectos, permitió el crecimiento del turismo en muchas regiones del interior del país, y redujo la siniestralidad en las rutas.