La sudestada registrada en la jornada de ayer se tradujo en grandes olas que superaron la barrera de contención de la Costanera porteña y fundamentalmente, la crecida del Río de la Plata que provocó evacuados.
La sudestada empezó a sentirse ayer en la Costanera, donde las olas superaron holgadamente la barrera de contención, y la crecida del río provocó inundaciones en las zonas ribereñas de Vicente López, Tigre y San Fernando, además de Lanús, Avellaneda y Quilmes, donde anoche había familias evacuadas.
La localidad más perjudicada fue Quilmes, donde la avenida Otamendi -que llega hasta la entrada a la escuela técnica 7 y por Iriarte (ex España) hasta la autopista Buenos Aires-La Plata, quedó virtualmente bajo el agua.
Según informó la Dirección de Defensa Civil, el caudal del río llegó hasta los 3.20 metros de altura y no había perspectivas de una mejoría en las próximas horas, por lo que varios habitantes debieron abandonar sus casas.
Sin expectativas de una mejoría inminente y con la amenaza de el nivel del agua se sostuviera durante el tiempo e incluso siga creciendo, varios de los habitantes debieron ser trasladados por precaución al Centro Integrador Comunitario de Santo Domingo, en el Triángulo de Bernal.Mientras tanto, en Tigre y San Fernando varias zonas se encontraban anoche anegadas, y en el Vial Costero y el Bajo de Olivos, en Vicente López, el agua afectó durante toda la jornada de ayer la circulación de algunas calles, lo cual obligó a la Policía a cortar desde Avenida del Libertador.
Las autoridades costeras y meteorológicas habían emitido el viernes un alerta por la posible crecida del Río de la Plata, que podría alcanzar niveles de casi 2,10 metros por encima de los valores normales.
Según informaron el Servicio de Hidrografía Naval y el Servicio Meteorológico, la crecida se debe a la presencia de vientos moderados a regulares del sudeste, con ráfagas.
De acuerdo a los reportado por los organismos, el fenómeno se extenderá hasta hoy.