El artista Leandro Erlich, especialista en el artificio visual y conocido por sus instalaciones, fue el ideario de esta iniciativa. Realizó una intervención en la que le colocó al monumento un sistema de paneles espejados, que juegan con la ilusión óptica, lo virtual y lo tridimensional.
Sin embargo, la punta del Obelisco (en realidad una réplica, dado que la otra continúa intacta debajo de los paneles) se la puede apreciar en la puerta del MALBA, en Figueroa Alcorta 3415 hasta marzo, con acceso gratuito.
El objetivo es experimentar lo que se ve desde sus ventanas, sin necesidad de subir por la escalera interna del monumento. Para ello, el artista registró imágenes en alta calidad que se pueden visualizar por las pequeñas ventanas de la obra.
Vale decir que a raíz de esta iniciativa, el capuchón que le colocaron a la verdadera punta del Obelisco permanecerá en esa posición por algunos días más, con el objetivo de fomentar aún más la iniciativa artística.
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