Los cursos permiten "una vida social intensa"

“La UNICEN (que tiene sedes en Azul, Tandil, Olavarría y Quequén) tiene una política fuerte respecto a la educación permanente con carreras de grado, postgrados, oficios, cursos, actividades culturales -destaca-. Toda persona que pasa por la universidad, en cualquier momento de su vida, accede a la posibilidad de mirar de otras formas las cosas, los hechos, es impresionante”.

Ventos indica que el programa Adultos Mayores “comenzó en 1999 y depende del Rectorado” de esa casa de altos estudios. A los cursos, que se dictan en las sedes de Azul y Tandil, pueden inscribirse personas mayores de 50 años.

Asimismo detalla que, por año, se organizan unos “70 talleres”, los que cuentan en total con unas “2.300” inscripciones.

“La edad promedio es de 67 años. Tenemos alumnos hasta de 95, 96 años. Las edades son muy variadas. Y el 90% son mujeres”, agrega, y destaca “las mujeres disfrutan mucho más de la vida” y buscan alternativas.

Respecto a la socialización, Ventos ejemplifica que “vienen a los talleres una hora antes, después se van a tomar mate a la casa de alguna compañera, se juntan los fines de semana, organizan viajes”, entre otras actividades.

Por otra parte, remarca: “Estamos orgullosos de tener estas propuestas. Muchas de las personas que participan hoy del programa fueron promotores para que (el centro de) la Provincia tuviera una universidad, vivieron muy fuerte el proceso de la educación superior, pelearon para la nacionalización (de la institución), así que lo que la UNICEN hace es devolverle, en parte, todo lo que como contribuyentes y como ciudadanos hicieron” por esa casa de altos estudios.

Los detalles

Ventos señala que “los tópicos de los cursos se van modificando de acuerdo a la demanda” y al contexto social.

“El programa Adultos Mayores comenzó en 1999. En el año 2000, la situación socio económica dejaba a muchas personas de 50 años y más fuera de las oportunidades laborales y había una gran preocupación en la Universidad. Veíamos, en Tandil, donde el sector industrial era muy fuerte, una gran expulsión de los varones, así como de las mujeres que trabajaban en el comercio. Entonces se ofrecían cursos para que tengan nuevos saberes sobre algún trabajo u oficio, talleres de informática”, indica.

Además, en ese momento, “la demanda de los talleres de informática era grande porque las personas mayores querían comunicarse con sus hijos fuera del país”, señala.

“Y hoy se trabaja con el manejo de uso de celular, las redes sociales y las nuevas formas de comunicación”, aclara.

Asimismo comenta que “hay una etapa” donde se incorporaron talleres “de movimiento, caminata, gimnasia, estiramiento, esferodinamia, yoga”. Mientras que “en los últimos años” se sumaron “los cursos de idiomas: inglés, italiano, francés”.

También el programa cuenta con talleres de escritura, literatura, historia, pintura, canto, tejido, salsa, bachata, baile y teatro, entre otros.

Tertulias

En tanto, Ventos indica que junto con la ANSES y el PAMI “una vez por mes, durante buena parte del invierno y la primavera” se organizan tertulias en el Centro Cultural Universitario, en Tandil.

“Asisten entre 800 y mil personas mayores, incluso de otras ciudades. Se lleva una banda de música, se baila folklore, cumbia, rock. Y se merienda”, describe.

Otro programa

Por otra parte, la sede de Azul de la UNICEN además cuenta con talleres del programa UPAMI (Universidad Para Adultos Mayores Integrados), a través de un convenio con el PAMI; el que también fue firmado con la sede de Olavarría.

Para más información sobre la UNICEN visitar la página www.uni cen.edu.ar