Vecinos que viven en la cuadra donde está el boliche INK, en Fitz Roy y Niceto Vega del barrio porteño de Palermo, manifestaron sus quejas por las constantes peleas, ruidos molestos, basura y falta de lugar para estacionar tras la pelea ocurrida en la madrugada de este viernes donde hubo tres detenidos y heridos leves.
En la cuadra de INK hay otros dos boliches: Malibú y Blis, y los vecinos aseguraron que los jueves, viernes y sábados los locales bailables están abiertos hasta el mediodía, generando ruidos molestos, basura y dificultad para estacionar.
“El sábado a la mañana llegamos y está todo sucio, hasta el mediodía se escucha mucho ruido, pero no tanto de INK, sino de los dos boliches de enfrente, que hacen más fiestas electrónicas”, le comentó a la agencia Télam una joven que trabaja en un comercio de la zona.
“Los peores son los dos (boliches) que están en frente de INK, los que vienen de ahí a comprar parecen chorros pero con ropa cara y cadenas de oro”, comentó un comerciante de la cuadra, quien al ser consultado sobre la presencia policial en la zona, respondió: “vienen cuando pasa algo, pero yo sé que algunos de los patovicas tienen placa”.
El comerciante fue el único que afirmó haber visto otras peleas: “El sábado pasado hubo tiros, y no fue la primera vez”, dijo.
INK linda por un lado con un edificio de departamentos y por el otro con un centro educativo, terapéutico y de rehabilitación para niños con discapacidad; además, en la cuadra hay un laboratorio de análisis clínicos y varios comercios.
La agresión sucedió cuando una joven que se identificó como relaciones públicas del boliche manifestó haber sido agredida a golpes por un hombre que minutos antes había sido retirado del local por promover disturbios.
Indicó que su novio salió en su defensa tomándose a golpes de puño con el sujeto, quien por su parte señaló que tanto la muchacha como su pareja lo habían agredido a él.
Por su parte un cuarto hombre, identificado como Héctor Canteros, jugador de fútbol del Club Vélez Sarsfield, quién conocía al supuesto agresor, intentó, según sus dichos a la policía, intervenir en la pelea y separar a los hombres, pero recibió un golpe en la nariz. Las tres personas involucradas en la pelea fueron derivadas en una ambulancia del SAME al Hospital Fernández, donde se las trató por las heridas cortantes que tenían, y luego quedaron detenidas.
El “Polaco” Moreno, manager de INK, negó cualquier tipo de responsabilidad del local en el asunto al asegurar que “no es un tema nuestro porque sucedió en la calle”. “La pelea fue afuera del boliche, no es un tema nuestro. En las grabaciones de la cámara de seguridad, que le entregamos a la Justicia, se ve cómo la gente se retira de nuestra discoteca pero después la pelea sucede enfrente, nuestras cámaras no toman nada”, explicó Moreno en declaraciones televisivas.
“El boliche pasa en su mayoría música latina y la droga está relacionada con la electrónica, nosotros tenemos otro público”, se defendió Moreno al ser consultado por la presencia de frascos de anestesia para caballos en canteros ubicados en la puerta del boliche. INK linda por un lado con un edificio de departamentos y por el otro con un centro educativo, terapéutico y de rehabilitación para niños con discapacidad; además, en la cuadra hay un laboratorio de análisis clínicos y varios comercios.
El boliche ya había estado en el foco de las noticias en noviembre de 2013 luego de que el custodio del cantante pop canadiense Justin Bieber, quien se encontraba entonces de gira en el país, agrediera a un fotógrafo en la puerta del local.