Los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018 despertaron una explosión de público. Cada día miles de personas se acercan a las distintas sedes de competencia para observar a los jóvenes deportistas competir por una medalla. El sábado a Villa Soldati concurrieron más de 20 mil y tuvieron que cerrar el predio.
Sin embargo, en un evento organizado casi a la perfección, hay quejas de espectadores y trabajadores de prensa por una disposición de los guardias de seguridad para prohibir el ingreso con pañuelos verdes, la insignia a favor del aborto legal, seguro y gratuito que tuvo su apogeo durante los debates en el Congreso de la Nación para intentar despenalizarlo.
Javier Galarza es el Stage Manager del Parque Urbano (Urban Park) ubicado en Puerto Madero, el escenario en donde la palista María Sol Ordaz le dio el primer oro a Argentina. "El viernes llegué, como todos los días, y el de seguridad me revisó la mochila. Vio que tenía el pañuelo en la manga de arriba y me pidió que lo sacara porque con eso no podía entrar", le contó a POPULAR.
"Le pregunté por qué, cuál era el motivo y solamente me dijo que era una orden de arriba, del Comité Olímpico", agregó.
A pesar de la medida, Galarza aseguró que ingresó igual a su puesto de trabajo y sin dejar de exhibirlo. Lo mismo hicieron sus compañeros encargados de la producción de sonido y puesta de luces.
En el Parque Verde (Green Park), Micaela, una alumna del Normal N°6 "Vicente López y Planes", concurrió la semana pasada con una compañera como parte de una visita escolar. "Nos pidieron que nos saquemos y guardemos los pañuelos porque eran visto como algo político. Si bien yo no lo llevaba conmigo, mis amigas y preceptoras sí. Algunas se lo sacaron y otras no", comentó.
Ella insistió y preguntó el motivo, pero "sólo repitieron que era algo político y no volvieron a responder".
En el mismo parque, a un trabajador encargado del armado y distribución del mobiliario interno de las carpas de auspiciantes y destinadas a juegos recreativos para menores de edad, le sucedió lo mismo.
"Vieron mi pañuelo y me obligaron a guardarlo diciendo que era un evento internacional", manifestó el hombre que no prefiere dar su identidad por temor a represalias de los organizadores.
Desde el comienzo de los Juegos hubo polémica en torno al símbolo. Durante la ceremonia de inauguración en la avenida 9 de Julio, la cantante Ángela Torres cantó el Himno Nacional Argentino con el pañuelo verde envuelto en el micrófono. Tras lo cual recibió el rechazo del periodista Eduardo Feinnman: "Emotiva sí... pero el Himno no se canta con el pañuelo verde abortero. Es una falta de respeto".
En los días precios al inicio de Buenos Aires 2018 se les envió correos electrónicos con una Media Guide (Guía de Medios) a todos los periodistas acreditados. En la misma se brindan detalles para tener en cuenta, como una serie de "Comportamientos no permitidos".
En ese listado figuran diversas prohibiciones, como "exhibiciones/acciones que contengan mensajes políticos, raciales o religiosos que puedan ser ofensivos o incitar a la violencia".
POPULAR dialogó con guardias de seguridad y voluntarios al respecto, pero la respuesta fue exactamente la misma: el pañuelo es visto como una señal política.
En diálogo con una fuente de Buenos Aires 2018 que solicitó expresamente evitar incluir su nombre en esta nota, argumentó que "se intenta preservar la atención en los atletas, únicamente en los atletas como dicta la Carta Olímpica". Resalta: "No hubo ninguna orden".
"Tampoco nos llegaron casos ni he visto personas que no pudieron entrar. Personalmente he visto gente con los pañuelos en las sedes", aseveró.
En los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro de 2016, el Comité Olímpico Internacional y Comité Río 2016 emitieron la orden de no permitir en las instalaciones manifestaciones políticas como cánticos, banderas o remeras debido a las recurrentes protestas contra el presidente Michel Temer que se acrecentaron en la previa.
La decisión estuvo amparada en que podrían ser un estímulo para "otras formas de discriminación”.
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