San Juan: hallaron un cuerpo a 5.000 metros de altura

Los deportistas una vez que descubrieron el cadáver lo anunciaron a las autoridades y este fue rescatado por personal de Fiscalía, Criminalística y el Grupo Geras de San Juan. En un principio se creyó que se trataba del alemán Andreas Colli quien desapareció mientras hacía el ascenso el 14 de diciembre de 2002, pero la autopsia determinó que el cuerpo pertenece a una mujer que tenía entre 18 y 30 años al momento de su muerte.

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Como en el Mercedario sólo desaparecieron tres personas y entre ellas, una sola mujer, hay una gran posibilidad de que el cuerpo sea de la tucumana Marta “Patty” Altamirano. Por eta razón, las autoridades de San Juan confirmaron que pedirán el ADN a la hermana de la andinista fallecida. El cadáver fue encontrado con un pie desprendido y varias lesiones, de manera que se estima que la persona murió mientras intentaba ascender al lado más complejo de la elevación.

Iván Grassi, el fiscal de la UFI de Delitos Especiales a cargo de la investigación, le remarcó a Tiempo de San Juan que ante la posibilidad de que sea el cuerpo de Altamirano, “se están manteniendo comunicaciones desde el día 30 de enero con su familiares (hermanos) a los fines de recibirlos y proceder a hacer el reconocimiento por parte de estos de algunos elementos y/o prendas recuperados del cuerpo”.

El accidente que terminó con la vida de Martha “Patty” Altamirano

Altamirano junto a su hermana Corina y un joven llamado Sergio Bocini estaban escalando el Mercedario cuando la mujer murió tras caer al precipicio desde aproximadamente 500 metros. El caso ocurrió el 27 de marzo de 1981 y luego de ver la caída, los dos andinistas acudieron al puesto de Gendarmería “Álvarez Condarco” donde informaron sobre el trágico accidente.

Foto de San Juan.jfif

Una vez que se dio la alerta, una patrulla montada de rescate se dirigió al lugar mientras que la IV Brigada Aérea de Mendoza envió un helicóptero con el objetivo de localizar el cuerpo por aire. Sin embargo, al llegar al lugar la zona estaba cubierta de nieve de manera que resultó imposible localizar el cuerpo.

Frente a la gran cantidad de gritas, el personal que se encontraba desplegando el operativo por aire advirtió a las patrullas terrestres de gendarmes que no continuaran avanzando y se suspendió la búsqueda tanto aérea como terrestre.

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Posteriormente, hubo otras tres expediciones para dar con el cadáver de la andinista tucumana pero ninguna resultó exitosa y su cuerpo permaneció sepultado durante 42 años.

Los medios de Tucumán del 2 de enero de 1982 informaron que uno de los operativos de rescate llegó a ver el glaciar y observaron que estaba partido, de manera que se especuló que la joven andinista se habría deslizado hacia el interior de la formación de hielo.