Luciano Cáceres continúa transitando por una temporada brillante porque su rol de David Nevares Sosa es muy exitoso y fundamental en la tira El Elegido (Telefé) con los protagónicos de Pablo Echarri, Paola Krum y Lito Cruz. En el campo teatral, lugar fértil para todas sus pruebas, sigue con la dirección de El Cordero de Ojos Azules, que tiene en los roles principales a Leonor Manso y Carlos Belloso en el Regio. Más allá de estas actividades, sigue a toda velocidad ensayando otra puesta que estrenará en el corto plazo en el Cervantes, junto a su mujer y colega Gloria Carrá. En síntesis, su trayectoria sigue creciendo y cimentando logros a todo nivel. Aquí nos narra sus sensaciones en el mundo de la dirección, su rol en la propuesta de Telefé, entre otras cuestiones.
¿Por El Elegido, en la calle hay una repercusión que tal vez no coincide con el rating? -No entiendo el tema de los números pero al ciclo lo ve todo el mundo y todos nos conocen. Incluso, hay muchos hombres que nos siguen y se engancharon con la historia. La propuesta es sumamente inteligente, con buenos guiones y actores.
¿Si la idea original de salir más temprano se hubiese respetado los hubiese favorecido en el rating? -Tal vez, podría haber funcionado mejor. La gente que lo ve está atrapada. Igualmente, la TV se ha vuelto tarde en todas las propuestas.
¿Cuesta competir contra un tanque como Showmatch? -Sí, pero son productos diferentes. Los espectadores que desean ver historia, nos ven a nosotros, y si buscan otra opción, está Tinelli. Igual no se puede competir contra eso y hay que salir a realizar algo diferente.
¿Hasta cuándo siguen al aire? -Terminamos a fin de mes.
Tu personaje David sigue muy enemistado con su padre Oscar Nevares Sosa. ¿Se viene un acuerdo con Andrés (Pablo Echarri)? -Mirá, David es impredecible. Creo que va a terminar más solo que ninguno. Es un papel que tiene de todo.
¿Qué le sumaste vos al personaje? -Sabiendo que iba a ser un villano decidí hacer algo relajado. Le aporto algo inesperado y para no caer en los lugares comunes de los villanos. Además, es un bisexual no asumido... -Sí, a él le gusta todo y se crió en la impunidad.
¿Hay ofertas televisivas para el 2012? ¿Qué evaluás para aceptar? -La verdad, me llamaron para hacer muchas cosas pero todavía no decidí nada. Con sinceridad, tengo teatro por delante y hay tiempo para pensar, evaluar y decidir.
¿Cómo definirías la obra El Cordero de Ojos Azules? -Es un thriller donde se va tirando data de la pieza que al final se completa. Desde la puesta y la dirección decidimos embarcarnos en el impresionismo criollo. Nosotros hablamos de nuestra historia como siempre desde dos bandos que nos siguen representando, civilización y barbarie.
Es una obra corta, potente, donde hay que estar sumamente atento porque es una especie de rompecabezas donde si te perdés una pieza, no se completa... -Es así. Bien típico del thriller que luego al final le suman a la totalidad.
¿Se hace más complejo realizar una obra que trata un tema religioso? -Creo que hay público para todo. Hacemos las cosas con mucho respeto para la gente.