Nadie sabe qué pasó con la joyita de Parque Patricios, Rodrigo Battaglia, de la noche a la mañana desapareció y está por concretar su vínculo con el Parma de Italia, en otro clásico del ascenso te contamos toda la verdad.
La historia de Rodrigo Battaglia se asemeja demasiado a la de muchos chicos que arrancan en un excelente nivel en sus equipos, prometen en los seleccionados y por malos manejos terminan en un banco de suplentes o sin tener rodaje dentro del campo de juego. La joya de Huracán debutó hace varias temporadas prometiendo con su buen nivel una gran venta a Europa, Rusia o China (mercados que están de moda). Por esto la gente del quemero estaba tranquila porque sabía que podría ingresar dinero al club. Huracán hace dos temporadas descendió a la B Nacional y hasta la temporada pasada su promesa seguía siendo titular indiscutido en la mitad de la cancha. En el arranque del torneo, en el inicio de la temporada el representante de Battaglia tenía una oferta del Parma de Italia para contar con los servicios del jugador, pero el mismo tenía contrato con la entidad del globo hasta Junio de 2013 algo que dificultaba su salida. Pronto, como es habitual en la gente que maneja jugadores y que son socios con empresas instaladas en Argentina, pidieron una suba salarial para el jugador debido a que dejo ir una oportunidad importante como jugar en Europa con otro sueldo y obviamente cobrando otra moneda: euro. Pero no sólo eso sino que además pedían que Battaglia cobre un sueldo de Nacional B ya que estaba cobrando un sueldo casi equivalente a la suma de lo que cobra uno en Primera B Metropolitana (una categoría menos).
Es cierto hay dos campanas, la dirigencia de Huracán y lo que dicen sus representantes, Diario Popular investigó, recabo estas informaciones. Todo comienza en una pelea, un tire y afloje, una mala relación, lo que lo quieran llamar, entre Alejandro Nadur y Rodrigo Vilariño, Presidente de Huracán y representante del jugador respectivamente. Un tema complejo dicen muchos colegas, complicado de saber el porqué, uno de los tantos motivos es el publicado en el anterior párrafo y seguro que habrá otros. Como que el jugador se negó a realizar una prorroga de su contrato a mediados del año 2012 y por esto en los meses finales Battaglia ya no iba ni al banco de los suplentes. Como agravante de todo esto, el jugador por decisión propia dejó de ir a entrenar por lo cual Nadur lo intimó tres veces en los últimos meses. "La realidad es que nos enteramos por los medios" la palabra del presidente que no sabía que el volante se encontraba en Italia.
Lo que está de moda en este mercado de pases y uno lo relaciona con lo que sucede en la Argentina, clubes adeudando más de dos meses, jugadores que se declaran libres por falta de pago y recalan en otros equipos sin ocupar cupo de refuerzo, una movida muy particular pero que deja en jaque a varios clubes. Es un tema complejo en donde AFA debería encontrarles la vuelta a los equipos que deben sueldos. La cuestión en este caso es que Battaglia se declaró libre por falta de pago, aparentemente Huracán le debe tres meses de sueldo, y Agremiados le dio el visto bueno para que realice otras acciones o busque nuevos horizontes. Agremiados tiene todas las facultades para determinar esta solución, lo hace con varios jugadores el tema es que en Huracán se enteraron de esta determinación por los medios de prensa. El volante declarado jugador libre, con contrato vigente hasta Junio de 2013, se presentó en esta semana con directivos del equipo Italiano y acordaron el contrato que lo vincula al jugador por tres años con la entidad, sumado a que por su llegada Parma le abonará 1.5 millones de euros que le entrarán limpios al jugador. En estas horas y cuando está nota este publicada Battaglia ya habrá entrenado con su nuevo club y sus nuevos compañeros.
¿Y ahora? Se pregunta el hincha de Huracán, ahora esto se llevará a otra instancia, juicio y porque el club no percibe nada de dinero sabiendo que el pase de Battaglia es 100% del globo y la más importante, el Parma se hará cargo ante FIFA del litigio que tiene el jugador.