Ginecólogo y obstetra de amplia trayectoria, el hijo del recordado actor -que también fue campeón olímpico de boxeo- desarrolló como su progenitor la pasión por ese deporte y hasta sabe lo que es subirse a un escenario.
Una de las enseñanzas que el recordado actor Pedro Quartucci le transmitió a su hijo fue que el deporte era una actividad rectora en la vida de una persona. Hoy, a los 70 años, el doctor Angel Quartucci honra aquel consejo cada mañana que camina desde su casa ocho cuadras hasta un bar de San Juan y Jujuy, donde con su amigo Osvaldo Larre, compartirá un café previo a reiniciar la marcha rumbo a sus rutinas en el gimnasio del ex campeón mundial Miguel Angel Castellini.

Pero no es solamente con el perfil deportivo que Angel recuerda hasta la emoción a su papá, quien como boxeador de categoría liviano fue medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de París en 1924. Muchos rasgos y no solo físicos de Pedro, se reflejan en quien también sabe lo que es calzarse los guantes para pisar un ring y cómo enfrentar al público desde un escenario. Los que conocieron a Quartucci padre aseguran que su hijo también cultiva el don de la humildad.

"Como mi padre, soy de bajo perfil, aunque reconozco en él a un gran hombre y al que una placa colocada en la plaza de Andrés Lamas y Juan B. Justo lo define a la perfección al decir que fue un actor con alma y un deportista con honor", dijo Angel a HISTORIAS DE VIDA.

La presea de bronce, la primera obtenida por un argentino en Juegos Olímpicos, Angel la tiene desde que se especializó en ginecología en su consultorio, donde atendió a muchas pacientes de la colonia artística.

Es que después de haberse dedicado a aprender boxeo a los 14 años -más tarde llegó de joven a librar cinco combates como amateur- abrazó la medicina aunque eso no significara dejar atrás su gusto por el deporte de los puños.

Tras recibirse como médico a los 23, el doctor Quartucci ingresó al Hospital Tornú en 1967 y allí estuvo hasta el año pasado, cuando accedió a la jubilación. En ese centro asistencial fue desde 1993 y durante 21 años jefe del Servicio de Ginecología.

"También por muchos años hice obstetricia y en ese rubro también atendí a mucha gente del ambiente de la cual terminé entablando una amistad", apuntó.

La medicina tampoco opacó otra expresión con marca genética: la de sentir en carne propia qué es eso de enfrentar al público desde un escenario, como tantas veces lo hizo su padre.

"Durante un tiempo me dediqué a hacer magia al punto que en 1980 monté un espectáculo para todo público en Obras Sanitarias con Elvira Romei, Gachi Ferrari y Carlos Scazziotta. La experiencia anduvo bien -contó- y a partir de ahí me llamaban para dar shows en reuniones privadas con magia para adultos".

Teatro mágico

Quartucci hijo, docente de la UBA y que fue titular de Ginecología en la Universidad Barceló, tuvo que ir espaciando cada vez más esa actividad escénica porque sobre todo "cuando como de obstetra, me convertí en esclavo del teléfono". Pero llegó a hacer una temporada en la Universidad Popular de Belgrano donde hizo teatro mágico dirigido por Carlos de Urquiza.

En el diálogo con Quartucci, los recuerdos de su padre, dueño de éxitos tales como Los Pérez García y La Familia Falcón, vuelven una y otra vez al ruedo y casi siempre, rematan con lágrimas en sus ojos. De pronto, llega la hora del gimnasio donde Angel se pondrá los guantes de ocho onzas para volver a repasar lo que le decía su padre cuando de chico arrancó en el pugilato. "El negocio en el boxeo, me decía, es dar sin recibir. Así mantuve mi nariz intacta", concluyó.
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