El nuevo Pontífice estuvo es La Plata y en la Ciudad de Buenos Aires, donde fue invitado a la inauguración de una biblioteca. También conoció a Jorge Bergoglio en uno de sus viajes.
El cardenal estadounidense Robert Prevost Martínez, de 69 años, que fue designado este jueves como el 267º Pontífice de la Iglesia Católica y adoptó el nombre Papa León XIV, tiene un historia que lo vincula con la Argentina.
“Yo fui culpable de que viniera a la Argentina”, dijo el Monseñor Alberto Bochatey en 9 de marzo de 2013, el día de su ordenación como obispo auxiliar de La Plata, cuando entre los invitados estuvo el entonces monseñor Robert Prevost, según recoge el portal de La Nación.
De todos modos no fue la única vez que tocó suelo argentino. También queda el recuerdo de su paso por la catedral platense y por el colegio de San Agustín, en Las Heras y Austria (barrio de Recoleta), donde ofició una misa con Bochatey.
Este obispo estudió junto a Prevost en Roma. Lo describe como un “hermano” de la orden. “Hasta hace poco, cuando terminaba de trabajar en el Vaticano, comía en la comunidad agustina y hasta ayudaba a levantar la mesa”, relató el obispo en diálogo con Cadena 3.
Prevost aceptó la invitación de Bochatey para su ordenación como obispo auxiliar de La Plata. Vueltas del destino, faltaban apenas cuatro días para que, en Roma, Jorge Bergoglio fuera elegido Papa.
Concelebraron el nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig, y 38 arzobispos y obispos de distintas diócesis de la Argentina y de otros de países de América Latina, además de Prevost y otros 140 sacerdotes diocesanos y religiosos.
De esa celebración sobreviven varias imágenes en las que el actual León XIV posa siempre a la derecha de Bochatey.
“Francisco lo quería mucho, lo descubrió y le dio responsabilidades clave”, recordó Bochatey, poco después de la noticia que repercutió en el mundo entero.
Prevost y Bergoglio se habían conocido en una visita anterior del agustino a Buenos Aires. Fue en 2004, cuando vino a la Argentina para, entre otras actividades, inaugurar la Biblioteca Agustiniana, en el barrio porteño de Villa Pueyrredón. Entre otras autoridades de la Iglesia argentina lo acompañó monseñor Mario Poli, que años después sería designado arzobispo de Buenos Aires.
Fueron tres días, entre el 26 y el 28 de agosto de aquel año, que se repartieron entre la iglesia de San Agustín y la Biblioteca Agustiniana.
El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cueva, afirmó hoy que el flamante Papa León XIV “es un hombre de Francisco” y que “comparte su mirada de la realidad”.
"Es un hombre de Francisco, él lo puso al frente de uno de los dicasterios más importantes", recordó el religioso argentino sobre Robert Prevost, que antes de ser ungido como Sumo Pontífice fue prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontifica Comisión para América Latina a instancias del Papa Francisco.
"Entiendo que es un hombre que compartía la mirada de la realidad que tenia el papa Francisco", sostuvo.
El arzobispo destacó el discurso que el nuevo Sumo Pontífice pronunció frente a la plaza de San Pedro del Vaticano, donde fue vitoreado por miles de fieles que esperaron la fumata blanca.
"Habló de la paz, una de las preocupaciones mas fuertes de los últimos años" del Papa Francisco, resaltó García Cueva.
"Al papa Francisco le dolía el alma pensar el la guerra y este Papa empezó hablando de la paz", analizó trazando una línea de continuidad entre ambos pontificados.