Uraiwan Seksuk, una tailandesa de 44 años, vivió un momento aterrador mientras se encontraba colgando la ropa en el patio de su casa en Laem Yai, Samut Songkhram, cuando sintió un ruido extraño debajo de sus pies.
Intrigada por el sonido, caminó hasta un borde del domicilio y descubrió que el raro movimiento era producto de una serpiente pitón gigante que se encontraba atorada entre las grietas del piso de cemento de su casa.
Anoticiada de la presencia del animal, Uraiwan llamó al servició de emergencia para los casos de hallazgos de reptiles, pero los rescatistas no se atrevieron a acercarse al reptil de 20 kilos y poco más de 2 metros de largo, por lo que llamaron a la policía.
Los efectivos procedieron a romper el concreto del patio para poder sacar al animal que estaba trabado bajo el piso y cuando lograron sacarlo se encontraron con una pitón de Birmania, una de las especies de serpiente más grandes del mundo, que además venía con una sorpresa en su interior.
Una vez que los policías lograron cargarla en la caja de una camioneta, el animal comenzó a regurgitar un lagarto de un metro de largo y 15 kilos, que había tragado entero horas antes, para el asombro de todos los presentes.