Evo Morales reiteró que no volverá a presentarse a elecciones e insistió en que existe contra él una persecución por ser indígena, en declaraciones a la agencia alemana de noticias DPA.
Para Morales, el de Jeanine Áñez es un gobierno de facto que, primero, debería dar garantías porque "injustamente ex ministros y asambleístas están siendo perseguidos y amenazados", y en segundo lugar consideró que "tiene que haber una comisión nacional e internacional para dar con los autores intelectuales y materiales de semejante masacre".
Consultado sobre si se arrepiente de haber renunciado, Morales dijo que no, e insistió en que lo hizo "para que los militantes de nuestro movimiento político, nuestros militantes, no fueran agredidos".
Aún así, subrayó: "Sigue la persecución: a mí no me perdonan porque soy indio, no me perdonan por nacionalizar los recursos naturales".
Amnistía Internacional (AI) instó a Jeanine Áñez a que detenga las violaciones a los derechos humanos en el Estado Plurinacional de Bolivia.
Asimismo, la entidad solicita a la autoproclamada presidenta del país andino a que derogue el decreto "que promueve impunidad para personal de las Fuerzas Armadas".
"La grave crisis de derechos humanos que atraviesa Bolivia, tras las elecciones del 20 de octubre, se ha visto agravada por la intervención y el accionar de las fuerzas seguridad. Cualquier mensaje que indique carta blanca para la impunidad es gravísimo", declaró Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de AI.
Añadió que "los nefastos precedentes históricos en la región respecto al rol de las Fuerzas Militares exigen máxima observancia y compromiso de respeto y protección de los derechos humanos".