Alrededor de 500.000 personas se manifestaron este sábado en las calles de Israel, en contra de la reforma judicial propuesta por el gobierno.
En la décima semana consecutiva de protestas, este sábado, cientos de miles de manifestaron colmaron las calles de distintas ciudades de Israel en una nueva protesta masiva contra el plan de reforma judicial del Gobierno, que busca reducir el poder de los magistrados.
De acuerdo con el medio Haaretz, se trata de la mayor protesta de la historia de Israel que, según los organizadores, contó con la participación de 500.000 ciudadanos, de los cuales unos 250.000 marcharon en la ciudad de Tel Aviv.
Traducción: "Kaplan, instantánea a las 20:50".
El ex primer ministro y líder de la oposición, Yair Lapid, se dirigió a las actuales autoridades ante una multitud de más de 8.000 personas en la ciudad de Beerseba, al sur del país, acusándolas de intentar "aplastar la democracia israelí".
"El hecho de que hayan ganado las elecciones por un 0,5% de votos no significa que ahora puedan excluir a las mujeres de los altos cargos, decirnos lo que podemos y no podemos comer durante la Pésaj (festividad judía) y llevar a cabo un pogromo (saqueo y matanza de gente indefensa) en una aldea palestina", expresó el exmandatario.
Traducción: "Es asombroso cómo sigue mejorando cada semana".
Para Lapid, Israel "se enfrenta a la mayor crisis de su historia. Una ola de terrorismo nos golpea, nuestra economía se hunde, el dinero huye del país. Irán acaba de firmar ayer un nuevo acuerdo con Arabia Saudita. Pero lo único que le importa a este gobierno es aplastar la democracia israelí", señaló.
Mientras tanto, el exjefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Dan Halutz, afirmó que la crisis obligará a las fuerzas de seguridad a elegir bando, "decidir a quién obedecen: al Tribunal o al Gobierno".
Traducción: "Decenas de miles de israelíes se manifestaron esta noche en Tel Aviv contra el plan de reforma judicial de Benjamin Netanyahu por décima semana consecutiva".
"Me gustaría esperar, y creer, que elegirán el lado correcto... No nos amenazan las amenazas externas, sino aquellos de nosotros mismos que han perdido todo control (...) La bomba nuclear no está en Irán, sino en la calle Azza, número 35 (residencia privada de Netanyahu, primer ministro de Israel)”, deseó Halutz.
El origen de las protestas, las cuales se realizan hace diez semanas, es el rechazo a la reforma propuesta en enero por la coalición nacionalista-religiosa de Netanyahu. El proyecto incluye otorgar al Gobierno una influencia decisiva en la selección de jueces y limita el alcance de la Corte Suprema para derogar leyes o fallar en contra del Ejecutivo.
Los críticos consideran que debilitaría, en gran medida, la independencia judicial, dado que Israel no tiene constitución, sino solo una comisión del Parlamento controlada por la coalición.
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