La campaña rusa se desarrolló con el objetivo de castigar a la demócrata Hillary Clinton, ayudar al republicano Donald Trump y socavar la fe en la democracia estadounidense, según descubrieron dos institutos de investigación independientes que publicó el Whashington Post.
La creciente maquinaria de propaganda de Rusia, que incluye a miles de bots, humanos pagados y redes de sitios web y cuentas en redes sociales, "se hizo eco y amplificó la repercusión de las noticias difundidas por webs de extrema derecha que retrataban a Clinton como un criminal que escondía un estado de salud potencialmente fatal y se preparaba para entregar el control de la nación a un grupo de oscuros especuladores financieros".
Dos equipos independientes, uno del Foreign Policy Research Institute y otro de ProporNot, descubrieron que los rusos utilizaron plataformas tecnológicas estadounidenses para atacar a la democracia de ese país. La sofisticación de las tácticas rusas puede complicar los esfuerzos de Facebook y Google para acabar con las noticias falsas, como dicho que harían después de las quejas generalizadas sobre el problema, sostienen los investigadores.
Entre sus tácticas, penetraron en los ordenadores de funcionarios electorales en varios estados y publicaron mensajes de correo electrónico hacheados del equipo de campaña demócrata.
Los investigadores usaron herramientas de análisis de Internet para rastrear el origen de varios tuits en particular y mapearon las conexiones entre las cuentas de redes sociales que repetidamente lanzaban mensajes sincronizados. En muchas ocasiones, los códigos de sitios web revelaban que el propietario era el mismo. En otros casos, detectaron que frases exactas se repetían en webs y cuentas de redes sociales rápidamente, señalando la pertenencia a redes conectadas y controladas por una sola entidad.
El informe de PropOrNot, entregado en exclusiva al Washington Post, identifica más de 200 sitios web como difusoras de propaganda rusa durante la campaña electoral, con un público combinado de al menos 15 millones de estadounidenses. En Facebook, el grupo estima que las historias promovidas por la campaña de desinformación fueron vistas más de 213 millones de veces.
Los investigadores concluyen que la campaña rusa durante la campaña electoral se aprovechó de la fascinación de los internautas por el contenido viral, que es sorprendente y emocionalmente potente, y encaja bien con las teorías de la conspiración sobre cómo las fuerzas secretas dictan los acontecimientos mundiales.
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