Europa hizo frente este fin de semana a una intensa ola de calor que dejó temperaturas récord en Portugal, donde se alcanzaron los 46 C, y provocó tres muertos en España, mientras el asfalto se derretía en algunas zonas.
En Finlandia, por ejemplo, la cadena de supermercados K-Supermarket permitió que los clientes se quedaran a dormir dentro del local para ayudar a combatir las altas temperaturas. Algunas zonas de Europa están poco preparadas para hacerle frente a los calores extremos, incluso, son muy pocos los hogares que tienen aire acondicionado. En Helsinki, la capital, la temperatura media en verano ronda los 19 grados, mientras que este año se han superado los 25 grados casi todos los días del mes de julio, y se ha rozado el récord histórico registrado, de 31,6 grados, según datos del Instituto Finlandés de Meteorología, explica El País en su edición de hoy.
La responsable de operaciones de la tienda, Marika Lindfors, explicó cómo nació esta iniciativa: "Siempre tratamos de dar respuesta a las opiniones de nuestros clientes, que nos decían mitad en serio y mitad en broma que querían pasar la noche al lado de nuestras neveras". Entonces, hicieron un llamado por facebook. La invitación, compartida a través de las redes sociales de la tienda el 1 de agosto, levantó tanta expectación —tenía 8.000 me gusta y había sido compartida más de 2.000 veces— que K-Supermarket se vio obligada a limitar el cupo de huéspedes a 100 personas.
Qué condiciones puso el supermercado: traer propios útiles para dormir, prometía invitar al desayuno, estar entre los 100 primeros en inscribirse, estar en la tienda el sábado antes del cierre y apagar las luces a la medianoche. Ah, pequeño detalle: dejaría de vender cerveza a partir de las nueve de la noche, aunque sí se pudieron comprar otros productos.
Según Paula Leitao, del Instituto Portugués para Mares y Atmósfera (IPMA), la ola de calor alcanzó máximos este sábado. En la ciudad de Setúbal, cerca de Lisboa, se rondaron hasta 46 C durante el día.
En Monchique, en el sur, un incendio forestal devastaba dos frentes, debido a "la temperatura de 46 C pero de sensación real de 50C" y muy poca humedad en el aire, explicó a un medio local Victor Vaz Pinto, responsable de las operaciones de rescate de la zona.
Unos 740 bomberos, junto a 10 aviones y helicópteros, intentaban controlarlo, según Vaz Pinto y la agencia de protección civil.
En el sur de España, los termómetros de la turística ciudad de Córdoba marcaron los 44C. La ola de calor ya se cobró tres vidas esta semana.
En Holanda, las autoridades cerraron algunos tramos de las autopistas, donde el calor llegó a derretir el asfalto. En la céntrica ciudad de Zwolle, se empezaron a cortar las ramas de cerca de cien álamos. La televisión pública holandesa NOS explicó que las ramas podrían quebrarse a causa del calor y suponer un peligro.