El Papa Francisco dio a conocer detalles de lo que fue su encuentro con un grupo de mujeres transgénero en el Vaticano y contó que ellas se emocionaron y sorprendieron al sentir su apoyo. En este contexto, aseguró que las personas transexuales también son "hijas de Dios" y que la Iglesia "debe permanecer abierta al diálogo y recibir a todos".
En una entrevista publicada por la revista española Vida Nueva, Francisco manifestó que, a pesar de que considera la homosexualidad como un pecado, defiende la inclusión y aceptación de todas las personas dentro de la Iglesia. "No me preocupa que algunos me echen en cara que recibo en la audiencia general de los miércoles a transexuales", sostuvo.
"La primera vez que vinieron y me vieron, salieron llorando, diciendo que les había dado la mano, un beso… Como si hubiera hecho algo excepcional con ellas. ¡Pero si son hijas de Dios! Él te sigue queriendo así, como sos. Jesús nos enseña a no poner límites", afirmó Francisco.
Y agregó: "El diálogo con todos es algo que Jesús nos enseñó. Y digo más: cuando alguien se cierra al diálogo, es señal de debilidad. Si la Iglesia no tiene lo que Jesús enseñó, no es Iglesia".
El santo padre fue recibido este sábado por unos 200.000 fieles en el santuario de Fátima, en el centro de Portugal, donde pasará unas horas antes de regresar a Lisboa para una vigilia previa a la misa final de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). A bordo de un helicóptero del ejército del aire portugués, el pontífice argentino sobrevoló la amplia explanada del santuario, donde tiene previsto pasar dos horas en las que rezará el rosario con jóvenes enfermos y dará un discurso.
A su llegada, Francisco fue aplaudido por unos 200.000 fieles, según las autoridades locales, que no llenaban completamente el emblemático recinto, bajo un cielo oscurecido por el humo y la ceniza de un incendio forestal activo a un centenar de kilómetros de allí.
Francisco, de 86 años, llegó a Portugal el miércoles pasado para encontrarse con jóvenes católicos de todo el mundo, reunidos en Lisboa para una semana de encuentros festivos, culturales y espirituales. Desde el comienzo de su visita, la más larga de un pontífice al país, abordó cuestiones como la ecología, la guerra en Ucrania o el dolor de las víctimas de abusos sexuales a menores por parte de miembros de la Iglesia.
Con seis millones de visitantes esperados este año, Fátima figura entre los santuarios marianos más visitados del mundo, como el de Guadalupe, en México, el de Aparecida, en Brasil, o el de Lourdes, en Francia.
Ya sin las restricciones que trajo la pandemia de Covid-19, el santuario portugués recuperó este año los niveles de afluencia de antes de la crisis sanitaria, con más de 200.000 personas presentes para la gran peregrinación anual del último 13 de mayo.
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