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El papá pensaba que su hijo había muerto en los ataques químicos. La grabación, registrada en la región de Ghouta, muestra al hombre derrumbarse en lágrimas cuando ve a salvo al pequeño.
Un emotivo video muestra el reencuentro entre un papá y su hijo que fueron separados tras los ataques químicos por la brutal guerra civil que azota al país de SIria.
El video fue registrado en el pueblo de Zamalka, ubicado en la región de Ghouta, cerca de Damasco y posteriormente fue publicado en YouTube por activistas sirios.
En los primeros momentos del video se ve a familiares o amigos saludando al niño antes de ingresar a buscar a su padre en su casa. Posteriormente, las puertas se abren y los hombres van a buscar al padre. La sorpresa del hombre se debió a que daba por muerto a su niño.
Abrumado por la emoción, se ve al padre corriendo por un pasillo con lágrimas en los ojos en busca de su pequeño hijo, hasta que finalmente logra fundirse con él en un abrazo, en medio de plegarias de agradecimiento a Dios que en el video se oyen como "Allahu Akbar", cuyo significado es "Dios es grande".
La ciudad de Zamalka se encuentra al este de las afueras de Damasco que fueron dirigidos en ataque con armas químicas mortales de la semana pasada, que se cree que han matado a 1.300 personas, entre ellas muchos niños.
En los primeros momentos del video se ve a familiares o amigos saludando al niño antes de ingresar a buscar a su padre en su casa. Posteriormente, las puertas se abren y los hombres van a buscar al padre. La sorpresa del hombre se debió a que daba por muerto a su niño.
Abrumado por la emoción, se ve al padre corriendo por un pasillo con lágrimas en los ojos en busca de su pequeño hijo, hasta que finalmente logra fundirse con él en un abrazo, en medio de plegarias de agradecimiento a Dios que en el video se oyen como "Allahu Akbar", cuyo significado es "Dios es grande".
La ciudad de Zamalka se encuentra al este de las afueras de Damasco que fueron dirigidos en ataque con armas químicas mortales de la semana pasada, que se cree que han matado a 1.300 personas, entre ellas muchos niños.
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