La explosión se escuchó a 10 kilómetros a la redonda y rompió vidrios en un radio de 200 metros.
El misterio en torno a la fatal explosión registrada hace siete meses en el barrio 9 de Julio, de Monte Grande, y en la cual una mujer murió a causa de la tremenda onda expansiva causada a criterio de la versión oficial al estallido de una garrafa de gas en un precario horno pizzero, suma incógnitas aun no dilucidadas que asocian la tragedia que también dejó ocho heridos y causó destrucción a dos cuadras a la redonda a la posible la posible caída de un OVNI teledirigido que no necesariamente encuadraría en una nave de procedencia extraterrestre.
El titular de la Fundación Argentina de Ovnilogía (FAO), Luis Burgos, señaló al cumplirse el jueves pasado un más más del episodio que sacudió esa zona del sur del conurbano bonaerense en la madrugada del 25 de setiembre que más allá de las hipótesis sobre la explosión de la garrafa de gas y la que también circuló originariamente sobre la eventual caída de un meteorito, en realidad no se ajustan a los resultados de las investigaciones realizadas sobre terreno por miembros los ufólogos de ese nucleamiento en las horas posteriores de haberse producido la de agración.
Burgos aseveró a Más Allá del Misterio que no tiene duda alguna para armar que lo que generó la explosión en Monte Grande aquella madrugada “fue un OVNI-teledirigido o para explicarlo mejor una suerte de sonda de unos aproximadamente unos 60 centímetros de diámetro” que sufrió un accidente o, directamente, ante la posibilidad de caer “se autodestruyó en el aire”.
El investigador que también integra junto a José Tunich y Bibiana Bryson la coordinación del grupo RADIO, puntualizó que los puntos en que se apoya re eren a que aquello que impactó contra una casa “no venía en caída libre sino que venía volando a muy baja altura”, tal como lo confirmó, dijo, “el único testigo que estaba en la esquina del lugar en que se produjo la explosión y vio como una bola luminosa y roja venía descendiendo”. “Como sería lo bajo de ese vuelo que el OVNI pasó muy cerca de los cables de alta tensión que cruzan el barrio” añadió el experto de dilatada trayectoria en la investigación ovnilógica para quien según lo que pudo reconstruir, “posteriormente chocó contra un poste de luz, lo que provocó la primera explosión, y tras rebotar terminó destruyéndose arriba de la casa”.
Los datos apuntados por Burgos con la información recogida por miembros de su equipo en el lugar de los hechos a poco de haber ocurrido la tragedia destacan la presencia previa a la explosión de bola roja en recorrido en forma descendente y en diagonal, una gran luminosidad al que le siguió un silencio de unos pocos segundo interrumpidos nalmente por la estruendosa detonación.
UN OVNI DE ACÁ Para Burgos hay detalles de la explosión que rea rman su teoría. “Sin ir más lejos, la reja del vecino que vive enfrente de la casa que llevó la peor parte están in adas hacia afuera, lo que no coincide con el aparente sentido de la onda expansiva si es que esta hubiera sido provocada por el estallido de la garrafa la explosión”. Pero hay más. El ufólogo platense considera exagerado que el estallido dentro de la precaria pizzería haya producido tanta destrucción sobre todo, apuntó, “si tenemos en cuenta que las otras garrafas que había en el lugar y el horno pizzero quedaron intactos.
Es más -puntualizó- si se observa bien como se dieron las cosas, aquello que explotó en la vivienda de la avenida Vernet al 3800 lo hizo a la altura del techo”, lo que coincide con el supuesto recorrido de la sonda teledirigida planteada por el investigador. Otro de los elementos que lo llevan a manejar con rigor la posibilidad de la sonda OVNI fue “la lluvia de pequeñas piedras que como si fuera agua solidi cada cayó del cielo esa noche, poco antes de la explosión. Incluso -armó- una de las testigos que con rmó esa situación fue la mujer que al final fue la única víctima víctima fatal que dejó el episodio”
Acerca de esos testigos, Burgos dijo que ninguno “vio nada extraño” por lo que volvieron a sus casas aunque dos horas después tuvo lugar la explosión que hasta ahora, criticó el hombre de la FAO, “no profundizó sobre esta posibilidad y cerró las en torno a las garrafas de gas cuando existen elementos que permiten dudar en torno a la credibilidad de esa versión”.
La hipótesis del OVNI tiene a su vez otra de nición: “la FAO dice que lo que explotó fue un objeto volador lo que no quiere decir que haya sido extraterrestre sino simplemente de un OVNI que puede ser un proyecto secreto de alguna potencia. Quizás sea eso lo que justi que tanto ocultamiento”, concluyó.
EN EL NIDO DEL HORNERO RESIDE UNA DE LAS CLAVES La hipótesis de Burgos es que el OVNI caído sufrió un percance técnico. “Evidentemente algo falló que lo hizo chocar contra el poste y hasta la explosión que la destruyó -manifestó Burgos- pudo haber sido autoprovocada”. Su postura contraria a la teoría de la garrafa se basa “en que cuando hay una explosión de gas la fauna y la flora sufren las consecuencias. A 5 metros del horno había dos árboles a los que no se le cayó ni una hoja y enfrente -argumentó-, en la torre de alta tensión, un hornero en su nido que a doce horas después de la explosión seguía en el mismo lugar”.
COLCHONES, ESPÍAS Y UNA EXTRAÑA CAPA AMARILLA La explosión ocurrida hace siete meses dejó tela para cortar en másde un sentido. Por ejemplo, Luis Burgos afirmó a MAS ALLA DEL MISTERIO que el pizzero Fabián Sequeira, quien iría a juicio por las figuras de homicidio culposo, lesiones culposas y daños materiales, “es la persona que todos señalan como culpable a pesar de haber sido su esposa la única víctima que arrojó el hecho” en el cual ocho personas resultaron heridas. Pero Sequeira, cuya vivienda quedó destruida, pasó a habitar en una casa alquilada por la municipalidad de Monte Grande.
En ese sentido, el investigador apuntó que como lo comprobó personal de la FAO, la madrugada misma de la tragedia “llegó gente del municipio que repartió colchones en todo el área afectada, incluso a las familias que no los necesitaban. A esto Burgos le sumó “la presencia de personal de inteligencia que hizo muchas preguntas, algunos disfrazados de linyeras” y una también misteriosa carpa amarilla montada sobre la casa siniestrada que, presume, “cubrió los posibles vestigios que pudo haber dejado el OVNI que, a su criterio, causó la explosión”.