Uno de los obsequios marinos más apreciados por la industria cosmética son las algas. Los laboratorios investigaron y aprovecharon todas sus propiedades para incorporarlas en la composición de máscaras faciales, tónicos y cremas de belleza, entre otros.
Estas plantas, que se nutren por ósmosis, absorben los elementos activos del mar y contienen altos niveles de sales minerales como yodo, magnesio, potasio, hierro y zinc, además de vitaminas y otras sustancias.
Existen multitud de especies de algas y de acuerdo a su proximidad con la superficie y a la cantidad de luz que reciben, las algas se pueden clasificar en verdes, pardas, rojas azules y calcáreas.
La incorporación de algas al mundo de la cosmética tiene como objetivo ayudar a que la piel encuentre un equilibrio natural, gracias a elementos ionizantes, que son los oligoelementos en forma de quelatos, vitaminas y minerales.
Las algas absorben del mar sales minerales, calcio, fósforo, iodo y vitaminas.
Estos elementos permiten en forma natural adelgazar, recuperar la vitalidad y mejorar la piel. Por eso es muy conocido el efecto de las algas en la lozanía y tersura de la piel.
Actualmente podemos encontrar diversos tipos de algas en numerosos productos cosméticos: leches limpiadoras, tónicos, cremas, hidratantes para todo el cuerpo, champúes, jabones para la piel, cremas para masajes, productos para disolver en el agua de la bañera, preparados para combatir estrías, flacidez y celulitis, entre tantos. Es conveniente saber que para todos los casos, el uso de algas marinas no puede sustituirse con componentes de uso sintético, ya sea porque no existen o por razones alérgicas.
Las algas se utilizaron en la antigüedad por las culturas egipcia, griega y romana, muy preocupadas por utilizar elementos que les permitieran el cuidado y belleza exterior. Sin embargo, fue Francia el país que impulsó durante la década de 1970 el uso de las algas como componentes de cosméticos y preparados para la belleza en productos comerciales. Por los componentes que contienen, son muy apreciadas en belleza. Por ejemplo, suelen resultar efectivas como reductoras y tensoras o antiarrugas. Según aseguran los especialistas, una aplicación de algas o de extracto de algas puede reducir el volumen de una pierna o un abdomen hasta 2 y 3 cm en las primeras aplicaciones. También tiene un poderoso efecto tensor y hace desaparecer las arrugas rápidamente.
Además, por sus propiedades benéficas resultan eficaces en tratamientos de rejuvenecimiento de las pieles maduras, para fortalecer el cabello, las uñas y la piel; como anticelulíticas y para la eliminación de toxinas acumuladas .
Las algas cuentan con un potencial de nutrientes en equilibrio natural, que permite su absorción, equilibrando las deficiencias de los mismos, en diversos órganos y tejidos. Son ricas en principios activos que absorben del mar y consideradas una fuente milagrosa de minerales y vitaminas. Resultan eficaces para tratamientos de la piel, el pelo y para adelgazar. Contienen magnesio, zinc, potasio, calcio, iodo y vitaminas A, B, C y E.