La muerte de Diego Maradona conmovió al mundo y dejó a su alrededor a un puñado de personas y cada una tiene su historia, su verdad y su relato. La semana pasada, a cuatro meses de su muerte, quien rompió el silencio fue Matías Morla el abogado, el amigo, el hermano de la vida de Diego, y el apuntado por las hijas del Diez, Dalma y Gianinna, como uno de los responsables de haberlo aislado y alejado de todo su entorno familiar, lo que terminó arrastrándolo al triste desenlace. Una pelea que no comenzó con la muerte de Diego sino que lleva años y que esconde intereses económicos, denuncias cruzadas y un futuro incierto.
Morla recibe a DIARIO POPULAR para seguir contando su verdad y tal como lo hizo en su primera aparición pública en TV Nostra sostiene con firmeza que no piensa contar un relato que “quede simpático” sino que lo que él dice es la verdad, su verdad. “A mi no me interesa quedar bien con nadie, desde que se murió Diego siento un dolor profundo, un vacío enorme por la pérdida de mi amigo, tengo una herida enorme en el alma que solo la puedo curar contando la verdad de cómo fueron los días de Diego, como yo cuidé de mi amigo, las cosas que puse a su disposición para ayudarlo y sobre todo el momento en el que entendí que ya no necesitaba la pelea de un abogado, sino que necesitaba del amor y el acompañamiento de su familia para poder salir de una situación a la que había llegado por múltiples factores pero por uno que sin dudas fue determinante: la pandemia que lo aisló y le sacó lo más lindo que Diego tenía y amaba y era estar en una cancha de fútbol”, dice Morla.
¿Qué llevó exactamente a Diego a ese consumo de alcohol por el cuál los médicos decidieron hacer el tratamiento contra esa a adicción?
Si bien es cierto que Diego siempre tomó alcohol, es mentira que Diego era alcohólico. Una muestra clara de eso es su actividad. Diego estuvo en Dubai y no faltó a un solo entrenamiento de Fiujairah y hacía 300 kilómetros todos los días. En México, con Dorados, tomó un equipo que estaba último y lo llevó a dos finales. En Gimnasia no faltó a un solo partido de su equipo, fue al interior del país, tenía charlas con el cuerpo técnico a diario y un diálogo con el plantel fluido. Todo esto hasta marzo cuando comienza el encierro, ojo un encierro que Diego ya veía que se venía, eh. El había hablado con Putin unos meses antes de que todo explote en Argentina y me la cantó: “Mati, esto viene jodido y se va a parar todo por años”, me dijo. Ese encierro fue muy duro para él.
De marzo a setiembre, si mal no recuerdo, Diego no salió un solo día de la casa lo que sin dudas repercutió, como a millones de personas en el mundo, en su estado de ánimo y potenció lo que tiene que ver con el tema adicciones.
Bueno pero vos también apuntaste a Rocío Oliva y a los hijos…
-Lo de Rocío ya quedó claro. Ella no es responsable de la muerte de Diego, lo que conté fue una historia de amor, única, que vivió Diego y que al romperse lo rompió en mil pedazos. Diego no podía entender por qué no estaba más con Rocío, porqué la había perdido. El la extrañaba, fue una relación muy fuerte, creo incluso la más fuerte de todas, por encima de la de Villafañe. Esa ruptura lo derrumbó. Y con respecto a los hijos el quiso cumplir su sueño de juntarlos a todos en su cumpleaños y no pudo. La pandemia lo impidió y por supuesto la negativa de Dalma y Gianinna de acercarse a sus hermanos. Fijate que Dalma ni siquiera había conocido a Dieguito Fernando y eso para Diego era un dolor muy grande.
Porque hoy ellos se muestran juntos, pero por interés. El día que operaron a Diego en Olivos, Jana llegó y fue a saludar a sus hermanas y Dalma se le plantó y le dijo: “Ni te me acerques”. Y las hermanas de Diego son testigos de ese momento.
¿Por qué entonces las hijas hoy hablan de que no las dejaban acercarse al padre?
-Porque es lo que más cómodo les queda. Por un lado dicen eso, pero la realidad es que por ejemplo Gianinna estuvo presente en el cumpleaños 60 de Diego. ¿Por qué no fue Dalma? Diego entrenaba tres veces por semana con el ex novio de Gianinna. Ellas mostraron el otro día una charla telefónica que mantuvieron con Diego. Entonces en su relato era un secuestro parcial el que hacíamos. Por favor. Lo que pasa es que había que estar todos los días con Diego, acompañarlo, mimarlo, ayudarlo y ellas solo iban cuando necesitaban algo y el resto era mucho más fácil hacerlo en las redes. Nunca se le prohibió el ingreso a nadie, salvo que Diego no quisiera recibirlo. El tenía una línea de teléfono que era exclusiva para hablar con ellas y si no llamaban era porque no querían. Lo mismo si no iban. ¿Vos te pensás que si se presentaban un día en la casa de Diego alguien les iba a impedir el ingreso?
"Lo de la marihuana lo dicen solo para ensuciarlo"
Algunos audios hacen referencia al consumo de marihuana por parte de Diego. Morla aseguró: “Maradona murió y en su autopsia no salió consumo de alcohol ni de drogas. Es más, en setiembre se le había hecho un estudio que también dio negativo. Después en la causa hay dichos de tercero spero nadie dijo que vio fumar a Maradona. Verónica aseguró que vio marihuana pero no fumar a Diego. Por la memoria de Maradona y su lucha contra aquella adicción a la cocaína, pido respeto y que no se instale un tema que sólo busca ensuciar su nombre”.
¿Cómo era ese vínculo de Diego con sus hijos?
-Diego era feliz con Dieguito Fernando y con su nieto Benjamín. Con el resto de los hijos tenía relaciones distintas. Con Dalma estaba enojado primero porque no conocía a Dieguito, pero además porque él sabía que tanto ella como su hermana se habían puesto del lado de su mamá que fue quien le robó a Diego. Diego hizo mucho por ellas, les dio más que al resto de sus hijos y para él esa decisión fue una traición. Y ojo, que no fui yo quien le hizo ver a Diego lo del robo, porque eso es lo que quieren hacer creer hoy, pero Maradona comenzó mucho antes con este tema. Porque si algo tuvo siempre Diego es poder de decisión y tacto para anticiparse a la jugada…
¿Qué significa eso?
-Diego le había hecho un poder a Villafañe y ella le manejaba todos los números y podía firmar para comprar o vender como si fuese Maradona. Ese poder él lo revoca antes de que yo aparezca en su vida y lo hace después de una auditoria que pidió el propio Maradona y que hizo un estudio de Inglaterra donde se reveló la estafa que había sufrido Diego, donde aparecieron los departamentos en Estados Unidos que hoy siguen siendo investigados por los herederos cuando a mí me decían que era una causa armada. Yo lo único que hice fue continuar una investigación y seguir las órdenes de Diego. El quería que le devolvieran lo que le pertenecía, en eso le fallé, porque murió y Villafañe nunca le devolvió ni una sola camiseta de las que se quedó y ni un solo dólar de lo que le sacó.
Volvamos a los días de Diego. Se habla mucho de los médicos, de Luque, de la psiquiatra, el psicólogo, que todos respondían a vos. ¿Cómo era ese vínculo?
-Al doctor Luque lo eligió Maradona, él mismo lo dijo. Yo a Luque lo conocí años después de que empezó a atenderlo a Diego. No lo conocía. Me acusan de que le pagaba. íY Obvio! Pero le pagaba a los médicos, al seguridad, al jardinero y a la cocinera. Yo era el administrador de Diego y pagaba pero de ahí a pensar que yo tomé la decisión de sumar a Luque hay mucha distancia. Luque y Diego pegaron onda de entrada, él era el único que iba cuando a Maradona se le ocurría llamarlo a la madrugada y eso a Diego le generó confianza. Tenían una relación de médico paciente que a Diego le hacía bien. Después en el último tiempo con el tema de la pandemia y lo que ya conté de su ruptura amorosa, el estado de ánimo de Diego no era el mejor y es por eso que se decide sumar profesionales que apuntaran a fortalecer la parte emocional. Ahí yo propuse sumar al psicólogo Carlos Díaz que es un reconocido especialista en adicciones, que trabaja en distintas ONG y que tiene pacientes con problemas similares a los que tenía Diego. Ese fue mi aporte cuando vi mal a mi amigo, yo sabía que Diego necesitaba contención psicológica y por eso propuse al psicólogo. También se sumó una psiquiatra que tenía diálogo con Luque con el objetivo de ayudar a Diego en el tema de su adicción. Pero yo jamás di una orden ni me metí en el tratamiento médico.
- ¿Y porqué te quieren involucrar?
-En realidad son solo dos personas las que piden eso. La fiscalía está haciendo un trabajo muy serio y profesional, en cuatro meses ya tiene imputados, una junta médica que trabaja a destajo y que tiene los mejores profesionales, peritos de parte, testigos que declararon y en ningún momento aparece mi nombre. Lo que se investiga es si desde el tratamiento médico hubo algún error que derivó en la muerte de Diego. Yo fui su amigo, su abogado, su hermano, pero jamás su médico. Entonces lo que hay es un odio de dos personas que en vida no sólo abandonaron a su padre, sino que vivieron siempre de su dinero pero no de su amor. Y yo hice dinero con Diego, le hice ganar dinero a Diego, pero por sobre todas las cosas yo amé, amo y amaré por siempre a Maradona. Y por más que a ellas les duela, él me amó…
¿Tenés miedo a la condena social?
-La gente no es tonta y sabe que yo cuidé y amé a Maradona como nadie. Conmigo no solo recompuso su situación económica, sino que volvió a FIFA, volvió a dirigir, se entrevistó con el Papa, con Putin, con el presidente Fernández y con las personalidades más importantes del mundo. Conmigo Diego fue feliz, muy feliz. Yo hago mi vida normal, eso de la condena es lo que quieren instalar pero como decía Diego: “La gente, el pueblo, nunca se equivoca”.
Entrevista: Sebastián Sanchi