Los fieles comenzaron a entrar el santuario -donde se esperan 200 mil personas según la Policía- a las 5 de la madrugada luego de una espera que en muchos casos fue de 48 horas, bajo la peor ola polar de los últimos 13 años y con nevadas en el sur del país.
Banderas de Brasil, Argentina, Venezuela, Bolivia, México, Estados Unidos, Italia y Francia fueron vistas en la fila debajo de los paraguas que protegían a los peregrinos. 'La espera vale la pena", comentó una joven de Trinidad y Tobago que llegó con su familia para ver al papa Jorge Bergoglio, bajo la madrugada de 5 grados centígrados, el día más frío del año en esta región del Valle del río Paraíba.
Cánticos hacia el ex obispo de Buenos Aires eran entonados para acompañar con café en la vereda, al lado de los muros del contorno del mayor santuario mariano del mundo. Unos 5000 hombres de seguridad, entre policías y militares, el Papa Francisco deberá llegar a Aparecida, ubicada a 170 kilómetros de la ciudad de Sao Paulo, poco después de las 9:30 proveniente de Rio de Janeiro.
La Policía federal cerró el santuario durante la madrugada y agentes con perros adiestrados hicieron un rastrillaje antibomba por el edificio del Santuario, con subsuelos laberínticos.