Generalmente, al terminar de comer una gran pizza que se pidió al delivery, se desecha la caja de cartón en el tacho de la casa. Luego, cuando ese tacho queda repleto, sin espacio para algo más, se ata la bolsa de consorcio y va directo a los grandes tachos que dispone el Gobierno de la Ciudad en las calles y avenidas. Para el vecino, ese ciclo terminó ahí, fue corto, de solamente dos pasos. Pero a lo que se conoce como generación de residuos le sigue un proceso extenso, un camino que incluye el transporte, selección, tratamiento y compactación, hasta logra obtenerse de esos desechos energías renovables, gas comprimido y filamentos de caucho. Parte de esa “hoja de ruta” que tiene el reciclado se realiza en la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE), ubicado en la localidad bonaerense de José León Suárez.
En el barrio de Nueva Pompeya se encuentra parte del comienzo del tratamiento. La Estación de Transferencia, que está en la intersección de la avenida Perito Moreno y Zavaleta, es una de las más toneladas recibe diariamente con 2100, y supera ampliamente a los otros cuatro de toda el Área Metropolitana: Colegiales (1750), Flores (2000), Zavaleta (500) y Almirante Brown (950).
Se trata de edificios total o parcialmente cerrados, diseñados con una estética que no afecta al paisaje de la zona. “Por una necesidad operativa se emplazan en puntos neurálgicos de las zonas de recolección, lo más cerca posible al origen de los residuos”, detallan desde la CEAMSE a Porteño del Sur. Allí llegan centenares de camiones que recorren parte de la zona sur de la Ciudad para depositar todo el cargamento y hay otros que los esperan: los que recibirán todo ese material para ser transportado a la planta del Complejo Ambiental Norte III, un complejo de más de 500 hectáreas.
Los principales beneficios derivados de la Estación de Transferencia de Nueva Pompeya son la economía de transporte, el ahorro de trabajo y energía, así como también la reducción de costos por desgaste y roturas de equipo, la mayor versatilidad, la mejor resolución del frente de descarga en los rellenos y las menores emisiones.
Del total recibido en el Complejo, se tratan unas 1.100 toneladas en la planta de Tratamiento Mecánico Biológico (TMB). Allí una gran pala mecánica extrae lo depositado en grandes “bateas” para llevarlas a cintas transportadoras.
“Hay un porcentaje que es tratado en las plantas, otro que es convertido en granulado de caucho y otro que es compostado”, explica el presidente de la entidad, Gustavo Javier Coria. Lo que se logra recuperar es un 13% del total.
En todo ese proceso complejo se separa y clasifica la basura, aunque para los expertos que trabajan en la CEAMSE “no es basura”, debido a que captan el biogás, tratan los líquidos lixiviados y fabrican compost o enmienda orgánica, que, a veces, es donado a escuelas o entidades benéficas. También, de los neumáticos desechados, pueden obtener el caucho para fabricar el suelo de canchas de entrenamiento y espacios lúdicos para niños.
Para entender el tema de la transferencia de basura comprende las actividades de almacenamiento transitorio y/o acondicionamiento de residuos para su transporte.
Transporte: comprende los viajes de traslado de los residuos entre los diferentes sitios comprendidos en la gestión integral.
Tratamiento: comprende el conjunto de operaciones tendientes al acondicionamiento y valorización de los residuos.