Dos de los trece presos que se fugaron hace casi un año, a través de un boquete que hicieron en las paredes del Complejo Federal de Ezeiza, continúan prófugos y por ellos se ofrece una recompensa de hasta un millón de pesos.
Se trata de Mario Enrique Bañera, también conocido como Mario Enrique Bagnera, y de Martín Alejandro Espiasse Pugh o Matías Nicolás Lagos González, quienes desde el 20 de agosto de 2013 permanecían prófugos y por los que el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación ofreció las recompensas para dar con sus paraderos.
La fuga de los presos terminó con la renuncia de quien era la máxima autoridad del Servicio Penitenciario Federal, Víctor Hortel, que fue reemplazado por Alejandro Marambio que ya había sido el jefe de esa institución. La mayoría de los detenidos que se fugaron compartían el pabellón B del módulo 3, y casi todos estaban condenados por delitos graves, como homicidio, secuestro y robo a mano armada.
Tras la investigación de cómo se escaparon del penal los reclusos, la justicia pudo establecer que primero realizaron un boquete de 22 por 40 centímetros en una de las celdas del pabellón para lo cual cavaron un túnel y rompieron casi 30 centímetros de hormigón.
Las primeras recapturas que se realizaron, fueron las de José Durán, de 37 años, y Claudio Ortiz, 32, que ocurrieron a las pocas horas de la fuga, y también la de Cristian David Espínola Cristaldo, condenado a 18 años de prisión por el crimen del periodista y líder comunitario boliviano Adams Ledesma Valenzuela, de la Villa 31 bis del barrio porteño de Retiro.
Una semana después de ocurrida la cinematográfica fuga, otros dos prófugos, Leonardo Antonio Salto y Luis Alberto López, fueron detenidos en un departamento de la localidad bonaerense de Morón. Salto, de 31 años, estaba detenido desde 2006 y procesado por el delito de "robo" y "privación ilegal de la libertad". Mientras que López, de 28 años, estaba procesado desde 2012 por el delito de "robo con armas".
Marcos Ezequiel Sánchez, otro de los prófugos, volvió a la cárcel el 5 de septiembre al ser detenido junto a otros dos delincuentes, uno de ellos menor de edad, por el robo de las cajas de un banco de la localidad de Martínez. Sánchez estaba detenido desde 2011 y procesado por ser coautor penalmente responsable del delito de "robo con arma en concurso ideal con secuestro extorsivo calificado por el número de personas".
Un mes después, el 8 de octubre, Luciano Javier Campo, de 35 años, otro de los convictos fugados fue recapturado en Villa Lugano, cuando estaba por salir a robar con un amigo. Estaba condenado a 20 años de prisión por "homicidio agravado" y fue uno de los tres delincuentes que en 2001 asaltó el Banco Itaú del barrio porteño de Flores, donde se tomaron como rehenes a unas 60 personas, se tirotearon con la Policía y una mujer embarazada resultó baleada.
El 8 de noviembre, Jonathan Páez, fue recapturado en la localidad de Gregorio de Laferrere, cuando se encontraba en una estación de servicio durante un operativo realizado por la Policía de Seguridad Aeroportuaria(PSA). Páez, de 23 años, estaba detenido desde 2012, procesado por los delitos de "encubrimiento, resistencia a la autoridad y portación de arma de guerra".
El 10 de enero de este año, quien habría sido uno de los ideólogos de la fuga, cayó muerto en un enfrentamiento con la policía en la ciudad brasileña de Foz de Iguazú. Se trata de Renato Dutra Pereira, alias Renatinho, quien tenía 27 años, y de quien la policía sospechaba que había formado una superbanda dedicada al robo y operaba en la zona de la Triple Frontera.
El 23 de enero pasado, la policía de la provincia de Buenos Aires recapturó a Alberto Manuel Freijo en la zona de La Matanza que llevaba con él 500 gramos de cocaína lista para su venta. Según los investigadores, Freijo se dedicaba a la venta de drogas en la zona oeste del conurbano.
La última detención ocurrió el pasado 14 de junio, cuando Thiago Ximenez, de 29 años fue recapturado en la zona de la triple frontera cuando intentaba robar un camión de caudales junto a otros dos delincuentes. Ximenez cumplía condena por "robo con arma de fuego apta, privación ilegitima de libertad agravada y portación ilegal de arma de guerra" y en el año 2007 se había fugado del penal de Resistencia, Chaco y había sido enviado a seguir con la condena al complejo de Ezeiza.
El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos sigue ofreciendo 1.000.000 de pesos para quien pueda brindar datos útiles y sirvan para dar con los paraderos de los dos prófugos que aún falta recapturar
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