La situación de Marcos Bazán, uno de los detenidos por el crimen de la adolescente Anahí Benítez ocurrido en la localidad bonaerense de Llavallol, podría complicarse luego de que los investigadores comprobaran que una llave que llevaba la joven abre un galpón de la casa del sospechoso, junto a la estación de tren de Santa Catalina.
La llave, que la chica de 16 años solía llevar colgada al cuello, abre una casilla situada junto a la casa de Bazán, según se pudo comprobar este martes durante un allanamiento realizado en el lugar.
El allanamiento fue realizado por efectivos de las policías federal y bonaerense tras ser ordenado por las fiscales Verónica Pérez y Fabiola Juanatey, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 2 de Lomas de Zamora, informó el sitio local Diario Conurbano.
El defensor de Bazán, el abogado Lucio de la Rosa, cuestionó el allanamiento y aseguró que planteará su nulidad. Sostuvo, en diálogo con el sitio Diario Conurbano que “la casa ya había sido entregada a los familiares de Bazán, por lo que el lugar está cambiado”. “Además, una copia de esa llave la tenía la Comisaría de Parque Barón, y la policía está denunciada por esta investigación que ya es muy desprolija”, añadió.
La llave, que la chica llevaba colgada siempre de acuerdo con amigos y familares, fue encontrada tirada por un joven que se la dio a la madre, la cual la aportó a los investigadores. Tanto Bazán, de 34 años, como Marcelo Sergio Villaba, de 40, el otro implicado detenido, tienen dictada la prisión preventiva por parte del juez Sebastián Molenos desde hace dos semanas.
A ambos se los acusa de “privación ilegal de la libertad en concurso real con homicidio triplemente calificado por su comisión mediante alevosía, criminis causa y mediando violencia de género”, aunque Villalba, más comprometido por el hallazgo de ADN suyo en el cuerpo de la víctima, también está acusado de “robo”, ya que se habría quedado con su celular.
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