Unos 50 vecinos del barrio Zumarán, ubicado en la capital cordobesa, lincharon este domingo a dos motochorros que cayeron al pavimento tras ser colisionados por un taxista, ante la impávida mirada de los policías que se acercaron al lugar.
Todo comenzó cuando, alrededor de las 21, dos motochorros le quitaron la cartera a una joven que se encontraba en la intersección de las calles Magallanes y Zárate. Un taxista que presenció el delito, persiguió a los delincuentes e hizo colisionar su vehículo contra la motocicleta que montaban.
"En la esquina de Magallanes veo dos sujetos con una chica que le estaban pegando por todos lados. Y salen corriendo. Vi eso y me dio mucha impotencia. Cuando salen, tuve la mala suerte de que doblaron en "U" y yo los agarré al medio", le dijo el taxista a los medios locales.
Los dos sujetos cayeron al asfalto y fueron rodeados por los vecinos que no dudaron en ejercer la "justicia por mano propia" a golpes de puño y patadas aunque los mismos ya no representaban ninguna amenaza.
La propia víctima del robo fue una de las involucradas en la golpiza y, según el testimonio de un vecino, "ya no sabía con qué pegarle a los delincuentes" para descargar su furia.
En medio de los golpes, hubo quienes les tomaron fotografías a los delincuentes para luego subirlas a las redes sociales, como la que ilustra esta nota; todo con el aval del personal policial que se encontraba presente. Recién con la llegada de un tercer patrullero, la turba decidió que ya era suficiente y comenzó a dispersarse.
Los dos delincuentes, identificados como Jesús Benegas (25) y Héctor Julio Moyano (36), ambos con antecedentes policiales, fueron trasladados al hospital Tránsito Cáceres donde se les curó las heridas y ayer fueron trasladados a la Cárcel de Bouwer, bajo el cargo de robo.
El fiscal Marcelo Fenol admitió ante los medios de comunicación locales que al menos cincuenta personas participaron de la golpiza y señaló que la gente "estaba muy enojada, enfervorizada", y que por eso reaccionó así ante un hecho que consideró injusto y violento como fue el robo de la cartera a la joven de 17 años.
De todas maneras, el funcionario aclaró que no solamente están analizando el delito sino también las circunstancias que rodearon a la aprehensión privada de los autores. "Debemos analizar si el accionar de los vecinos fue producto de una reacción ante una posibilidad de que los supuestos asaltantes resistieran la aprehensión privada. El límite está en el punto donde los autores del hecho declinan su intención de evadirse del lugar. La fuerza empleada debe ser directamente propiorcional a la necesidad de aprehender a una persona", indicó.
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