La denuncia por falso testimonio fue contra los peritos psicólogos Ana María Arias, Héctor Label, María Elena Ciccato y Mónica Herrán. Los cuatro se pronunciaron en contra de la mayoría de sus colegas al dictaminar que Ríos era imputable y que comprendía la criminalidad de los hechos.
Días atrás, el fiscal de juicio Carlos Giménez Bauer había pedido la pena de 18 años de prisión para Ríos en tanto que la querella reclamó ante los jueces Marta Yungano, Patricia Llerena y Eduardo Fernández, la condena de prisión perpetua.
Este es el segundo juicio en contra de Ríos pues en el primero se lo declaró inimputable por ser esquizofrénico, pero la Cámara Federal de Casación Penal lo consideró nulo porque entendió que los jueces no evaluaron correctamente las pruebas a partir de los dichos de los peritos.
La Sala III de Casación, con los votos de Eduardo Riggi y Liliana Catucci, habían anulado el primer juicio en que se lo había declarado inimputable y en consecuencia absuelto, pues más de una docena de peritos médicos y psiquiátricos así lo dictaminaron.
A Ríos se lo llevó a juicio no sólo por el crimen de Marcenac cometido en julio de 2006 sino también porque un año antes baleó un colectivo de la línea 67 que circulaba con pasajeros; el 2 de marzo de 2006 disparó contra una confitería ubicada en Crámer y Juramento, hecho en el cual resultó herida una adolescente; y en junio de ese mismo año realizó 16 disparos contra una formación de TBA entre las estaciones Colegiales y Belgrano R.
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