Un joven de 20 años fue detenido en el partido de Pilar, acusado de ser el autor material del homicidio de Emilio García, quien fue asesinado de siete disparos, tras mantener una pelea dentro del boliche "Tropitango" de Tigre, en un hecho ocurrido el pasado 16 de noviembre.
El procedimiento se concretó el martes, en horas de la madrugada, cuando efectivos de la Jefatura Departamental Conurbano Norte y de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) San Isidro realizaron un allanamiento en un domicilio de Pilar. En ese lugar fue apresado un joven sindicado como el autor de los disparos que mataron a García, identificado como Gabriel Zamora, quien estaba prófugo.
En el lugar no pudo ser secuestrada el arma homicida, en tanto que los investigadores dispusieron de otros operativos en la búsqueda de otro sujeto, que sería el cómplice del ahora apresado.
De acuerdo al expediente, la muerte de García ocurrió luego de que la víctima fuera a bailar con amigos al local Tropitango Bailable, situado al 29000 de la colectora de la autopista Panamericana en la localidad de El Talar (partido de Tigre). Dentro del boliche se originó una pelea entre García y sus acompañantes y otro grupo de jóvenes entre los que presuntamente se encontraba Zamora, por la que los empleados de seguridad del lugar decidieron expulsarlos a todos.
Minutos después, a unas 20 cuadras del local bailable, en la esquina de Marcos Sastre y General Lavalleja, la víctima fue sorprendido en su regreso a casa por al menos dos personas que se movilizaban en un automóvil Peugeot 307, quienes lo interceptaron, extrajeron armas de fuego y lo acribillaron a balazos.
Los agresores dispararon entre 35 y 40 tiros, de los cuales la víctima recibió siete, entre ellos varios mortales en la cabeza y tórax, que le produjeron la muerte prácticamente en el acto.
Los investigadores del caso entrevistaron a distintos testigos y amigos de García, por lo que obtuvieron la información de la pelea sucedida en el boliche y lograron identificar a los presuntos homicidas. Uno de los datos surgidos fue que los atacantes aparentemente conocían con anterioridad y mantenían algún tipo de conflicto con el grupo de la víctima. Entonces, durante los primeros días de diciembre se llevaron a cabo varios allanamientos en los lugares comúnmente frecuentados por los acusados, aunque no pudieron encontrarlos.