Desde la carcel, aguarda fallo favorable de la Corte
E l hecho de la crónica policial fue conocido como la Masacre de Pompeya, en referencia a la presunta persecución a balazos a un delincuente, que terminó arrollando con su auto y dando muerte a una madre, su hija y a otra mujer, además de chocar contra otro vehículo. Con el paso de los días, pese a una investigación plagada de irregularidades, el caso tomó un giro imprevisto, a partir de ciertos testimonios que daban cuenta de la supuesta inocencia del conductor de ese coche, al que pretendieron ejecutar a tiros y salvó su vida en forma milagrosa. Luego, un Tribunal lo condenaría a ese hombre a 30 años de prisión, en un fallo ratificado posteriormente, por hallarlo culpable de robo agravado, homicidio reiterado, lesiones graves, portación ilegal y abuso de armas. El “protagonista” de esta triste historia, ocurrida en el mediodía del 25 de enero de 2005, es Fernando Ariel Carrera, quien cumple la pena que le impusieron en la cárcel de Marcos Paz y aún espera un fallo favorable de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, ya que la sentencia fue apelada. Además, el episodio en que quedó involucrado motivó la realización de una película, titulada “Rati Horror Show”, donde se puso el descubierto la actuación de las brigadas policiales y se detalló la manera en que se montó una trama de encubrimiento, surgida desde el exceso en el accionar de un grupos de efectivos. No sólo este film, casi un documental, sirvió para denunciar lo sucedido, sino que mucha gente ha acompañado a la familia del condenado clamando por su inocencia. Durante el juicio, sustanciado en junio de 2007, el Tribunal Oral Criminal N° 4 se escucharon diversos testimonios y los magistrados concluyeron en que el imputado debía pagar con 30 años de prisión por el daño provocado. La versión policial de lo acontecido frente a la iglesia de Nueva Pompeya nunca fue objetada, pese a todos los cuestionamientos que se le formularon. De la apelación de ese fallo tampoco surgieron novedades, pues la Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal lo ratificó e incluso denegó la posibilidad del recurso extraordinario ante la Corte, aunque la defensa del imputado logró acceder a esa instancia “en queja”. Mientras Fernando Carrera continúa recluido en la Unidad Penal de Marcos Paz, de la que sólo sale para cursar la carrera de Derecho en el Centro Universitario de Villa Devoto, se acaba de abrir “una nueva instancia, a partir de una decisión adoptada por el Ministerio de Seguridad, en la que se revoca el sobreseimiento provisional del sumario administrativo a todos los policías implicados. Ese informe ratifica muchas de las denuncias que hemos venido formulando”, señaló el abogado Federico Ravina, en diálogo con DIARIO POPULAR.
Estudio pormenorizado La resolución, suscripta por la ministra Nilda Garré, se basa en un estudio pormenorizado de toda la causa e impone al jefe de la Policía Federal Argentina, comisario general Enrique Rubén Capdevilla, que “deje sin efecto el sobreseimiento provisional de la causa administrativa” y solicita “avanzar en la formulación de los correspondientes reproches”, siempre en el ámbito del sumario interno. No obstante, la medida ya fue puesta en conocimiento de las partes y también fue remitida a la Corte Suprema. En lo que se denomina “reproches administrativos”, la titular de la cartera de Seguridad hace hincapié en la actuación de los “entonces integrantes de las brigadas de las comisarías 34° y 36°, por el grave mal desempeño evidenciado en el caso”. Se trata del subinspector Jorge Daniel Chávez, el principal Héctor Alfredo Guevara, los sargentos Jorge Omar Roldán y Pedro Daniel Penayo, los cabos Leoncio Gustavo Calaza, Miguel Arias y Carlos Alberto Kwiatkwoski. En la actualidad, casi todos en funciones y ascendidos en sus cargos. Sobre el jefe de la comisaría 34° por esos tiempos, comisario Daniel Enrique Villar (hoy en disponibilidad), quien estuviera a cargo del procedimiento, se la “reprocha”, especialmente “las graves faltas advertidas en la debida recolección de los elementos probatorios necesarios para la acreditación, de cuanto en verdad aconteciera en la emergencia”. El informe del Ministerio de Seguridad confirma que todos los policías estaban de civil, sin ninguna identificación que los señalase como tales. Además, corrobora los dichos de un testigo, quien dijo que a Carrera le disparan previamente, refutando la versión policial que sólo hubo tiros en la esquina de la avenida Sáenz y Esquiú y critica el desmedido e irracional uso de la fuerza por parte de las dos brigadas, entre otras diversas anomalías. “Sin dudas que el Poder Ejecutivo solicita avanzar en una investigación, aunque sea interna de la fuerza, representa un paso importante hacia esta lucha que venimos desarrollando para demostrar la inocencia de Fernando Carrera en el hecho, por el que se lo condenó”, concluyó Ravina.
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