Médicos y trabajadores del Equiza manifestaron su preocupación ante hechos de violencia
Un reclamo de familiares de una joven embarazada, que falleció por un presunto caso de mala praxis, con características violentas ha generado la reacción de los médicos y los trabajadores del Hospital Materno-Infantil “Doctor José Equiza” de la localidad de González Catán, quienes manifestaron su temor por ser víctimas de agresiones. A partir de los últimos episodios, el centro asistencial fue resguardado por vallas de seguridad y se incrementó la custodia con personal de seguridad privada y de la Patrulla Municipal de La Matanza.
Según trascendió, todo se remonta al último 21 de septiembre, cuando una chica de 18 años y un embarazo de casi cinco meses, ingresó a la guardia del citado nosocomio con un cuadro de hemorragia y de allí, ante la ausencia de anestesistas, fue derivada al hospital de Gregorio de Laferrere, donde se comprobó que el feto no tenía vida y fue sometida a una operación de urgencia. Luego, a la paciente se la trasladó al sanatorio privado “San Mauricio” -por contar con obra social- y allí, dos días más tarde, se produjo su deceso por una infección.
En el confuso episodio tomó intervención la Justicia y una fiscalía descentralizada de Gregorio de Laferrere se abrió una causa por “averiguación de causales de muerte”, en la que se aguarda por el informe de la autopsia al cuerpo de la víctima, concretada en la Morgue de Lomas de Zamora, para establecer el motivo del fallecimiento y poder avanzar en la investigación. No obstante, los padres, familiares, amigos y vecinos de la joven, identificada como Ruth Del Valle, iniciaron una serie de movilizaciones para denunciar que “la empezaron a matar en este hospital (por el de González Catán)” y reclamaron que “los responsables paguen por este crimen”.
De acuerdo al testimonio de los vecinos y comerciantes, “las manifestaciones fueron muy violentas, con pintadas en el frente del hospital y enseguida aparecieron los piedrazos. Esta gente quiere hacer justicia por mano propia, dicen que van a matar a un médico, que van a quemar todo. Hay mucho miedo y la amenaza es permanente, ya que siempre anda un grupo dando vueltas por la plaza. Además, para el próximo martes anuncian una gran marcha, con el apoyo de grupos políticos, y se prevén incidentes”.
A partir de las protestas de los familiares de la joven, “en las que se vió a varios armados con fierros y palos” denunciaron, frente al Hospital Materno-Infantil “Doctor José Equiza” se colocó un vallado, además de reforzar las medidas de seguridad. Por otra parte, se supo que, ayer, hubo una asamblea de todo el personal del centro asistencial donde se evaluó convocar a un “paro de actividades”, hasta que cesen las hostilidades y al mismo tiempo, rechazaron las acusaciones de mala praxis.
“En el hospital se trabaja con terror e inclusive, ha gente que vive en el barrio Los Aromos, el mismo de donde es la familia de la chica, sabe que están decidido a todo y son muy violentos. Ya hubo demasiadas manifestaciones, con amenazas de muerte, pintadas en el frente y nadie puede quedarse tranquilo, mientras tanto las autoridades, ya sean municipales o policiales, no hacen nada para impedir que este tipo de hechos se repitan”, indicó un vocero de los médicos.
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