Familiares, amigos y compañeros de escuela despidieron hoy a un matrimonio y seis chicos de entre 4 y 13 años, hijos de la mujer, que murieron ayer al incendiarse de manera intencional su casa en el partido bonaerense de Merlo.
Más de un centenar de personas concurrieron hasta pasadas las 13.30 por la casa velatoria "Echeverri" y luego acompañaron los ocho féretros hasta el cementerio municipal "Santa Mónica", de esa zona del oeste del conurbano.
Al sepelio asistió una comitiva de docentes de la Escuela Pública 30 del barrio "El Pericón", donde vivían las víctimas, que despidió a los alumnos y dio sus condolencias a la familia en nombre de la institución.
Muchos niños y adolescentes también fueron al lugar y se agolparon en la puerta y alrededores de la sala para consolar especialmente a los abuelos de los chicos.
Cerca de las 13.40, fueron saliendo de la cochería los ocho féretros pertenecientes a María Karina Flamenco (38); su actual pareja, Gastón Olivera (31), y los seis hijos de la mujer: Ian (4), Nayla (5), Alejo (6), Sakira (10), Briana (11) y Yael (13).
Los ataúdes fueron subiendo a los coches de traslado en medio de aplausos y el reclamo de que se detenga al único sospechoso de la masacre, Cristian Méndez (30), padre del niño más pequeño y ex pareja de Karina.
La caravana fúnebre, de unos 400 metros, incluyó autos, motos, bicicletas y micros y atravesó la avenida 25 de mayo, Aristóbulo del Valle y la avenida Eva Perón, donde los vecinos salían de sus casas, aplaudían y coreaban "Justicia, Justicia" y "Que atrapen al asesino pronto".
Los féretros fueron llevados hasta la sección 2, tablón J, del cementerio local y enterrados frente a frente.
Allí un vecino pidió a todos los presentes que acompañen la lucha para atrapar a Méndez con marchas de silencio que se van a organizar frente a los tribunales de Morón, donde tramita la causa.
Rita, madre de María Karina, dijo que "lo que hizo este asesino no tiene nombre" y, consideró que mató a toda la familia porque "no soportó que ella lo dejara y siempre le juraba que los iba a mata a todos".
"No tenemos fuerza ahora porque estamos destrozados por la gran pérdida de mi hija, de mi yerno, que era una buena persona y de mis seis nietos. Yo quiero que la Policía lo atrape y me lo muestre para decirle todo lo siento y el daño que provocó", remarcó.
Por su parte, la madre de Olivera pidió que detengan a Méndez porque "es un demente y enfermo que hasta asesinó a su propio hijo".
"Yo ayudé a mi nuera para que realizara la denuncia pero nunca le dieron bolilla las autoridades y pasó lo peor, todos terminaron muertos. Yo espero que lo atrapen para que no haga más daño", agregó la mujer entre lágrimas.