Ariel Giménez admitió ante la fiscalía haber cavado y tapado el pozo donde intentaron esconder a Lara, Brenda y Morena. Asegura que no vio los cuerpos, aunque los investigadores cuestionan su versión.
Ariel Giménez, detenido por el triple crimen de Florencio Varela, declaró este jueves ante el fiscal Adrián Arribas y explicó su participación en la preparación del lugar donde fueron enterradas Lara, Brenda y Morena. Según su versión, actuó por droga y plata, aunque sostiene que nunca vio los cuerpos.
La fiscalía lo señala como quien cavó y tapó el pozo. Giménez reconoció haber ayudado a correr una cama y hacer la excavación, que según dijo, duró 25 minutos. Por este trabajo recibió $45.000, parte en efectivo y parte en drogas.
Giménez también detalló el contacto con Magalí Celeste González Guerrero y Miguel Villanueva Silva, conocido como “Gonzalo”, quienes lo habrían enviado a la casa donde ocurrieron los asesinatos. Según el acusado, su participación se limitó a cavar el pozo y trasladar objetos.
El fiscal Arribas cuestionó la declaración, ya que Giménez asegura que reconoció el pozo aunque estaba completamente tapado. La investigación continúa para determinar si ocultó información o si hubo complicidad directa en los homicidios.
Tras finalizar la tarea, el acusado recibió un auto para regresar a su casa y se quedó con las herramientas que utilizó. La fiscalía decidió que continúe detenido por encubrimiento agravado, considerando la gravedad del hecho y la necesidad de preservar la investigación.
El caso sigue abierto mientras se buscan nuevas pruebas y se analizan todas las declaraciones para reconstruir cómo ocurrieron los hechos y si Giménez actuó solo o bajo órdenes de terceros.
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