Pereira, fiscal del departamento de Rocha, formuló su pedido ante el juez de Primera Instancia de esa jurisdicción, Juan Manuel Jiménez Vera, quien deberá resolver el requerimiento en los próximos días, en tanto que la investigación continúa para identificar y localizar a los "copartícipes" del crimen de la joven turista.
Juan Willman, abogado de los padres de Lola en Uruguay, dijo que "hay que seguir con la investigación para dar con los otros copartícipes del crimen" y, en ese sentido, contó que hoy (por este lunes) Diego Chomnalez, papá de la víctima, se reunió en Uruguay con el fiscal de Corte, Juan Gómez, para interiorizarse de las últimas novedades de la causa.
Tras esa reunión, Diego dio una conferencia de prensa ante medios locales en la que se mostró con una fotografía de su hija y pidió "verdad y justicia". "Lo pido por todos los padres y madres que sufren lo mismo que nosotros", sostuvo el padre de Lola.
En diciembre de 2019, el Tribunal de Apelaciones en los Penal del 4° Turno de Uruguay había confirmado el procesamiento de "El Cachila" pero por el delito de "homicidio agravado por alevosía", más grave que el de "encubrimiento".
En tanto, los peritos de la Policía Científica cotejaron el ADN del supuesto asesino hallado en una cédula y una toalla dentro de la mochila de la víctima con el perfil genético de cada uno de los nuevos ingresados al sistema carcelario por otras causas.
A su vez, Willman explicó que dio negativo el cotejo con el ADN de la madre de "El Tereso", un sospechoso que se suicidó en 2015 y que era investigado como posible autor material del crimen.
Lola viajó a Barra de Valizas el sábado 27 de diciembre de 2014 y se alojó en la casa de su madrina, Claudia Fernández, quien se encontraba junto a su esposo, Hernán Tuzinkevcih, y el hijo de éste. Al día siguiente, la adolescente de 14 años desapareció cuando salió a caminar por la playa y dos días después fue encontrada asesinada a unos cuatro kilómetros de la casa, en una zona de médanos.
Mediante la autopsia se determinó que murió por "asfixia por sofocación" y que presentaba varios cortes hechos con un arma blanca en distintas partes del cuerpo. De acuerdo al fallo judicial, la adolescente trató de escapar corriendo de su o sus asesinos, fue alcanzada, herida con un arma blanca y golpeada en la cabeza para finalmente morir asfixiada cuando, ante sus probables pedidos de auxilio, le apretaron la cara contra la arena.
Por su parte, "El Cachila" fue detenido al comienzo de la investigación pero luego liberado ya que dio negativo el cotejo de su ADN con el material genético hallado en la mochila de ella víctima.
No obstante, en su declaración ante la Justicia, el ahora procesado admitió que se cruzó con la víctima en la playa el 28 de diciembre del 2014 y le ofreció "una estampita", pero que luego ella se sintió "mareada" y que al auxiliarla descubrió que "no tenía pulso", por lo que él se asustó y se fue.
Para el fiscal Jorge Vaz, "El Cachila" estuvo presente "antes, durante y después" del homicidio, cuyo móvil fue probablemente " sexual". Y entre las pruebas valoradas para su procesamiento estuvieron los resultados de peritajes psicológicos, psiquiátricos y semiológicos que revelaron que el acusado tiene una personalidad con tendencia "a la mitomanía", a "irritarse fácilmente y perder el control de sus impulsos", y un patrón de "desprecio y violación de los derechos de los demás".