El agresor y homicida escapó del lugar, llevándose el auto del muerto, aunque, horas más tarde, se entregó a la Policía en un estudio jurídico, tras contar lo sucedido a su abogado. El hecho se produjo en el interior del
establecimiento Hierros Zorzi, una plegadora de planchas de metal ubicada sobre la ruta 25 en el barrio San Alejo de Pilar, cuando dos empleados de la empresa, que no mantenían una mala relación, se enfrentaron a gritos por motivos que aún se intenta determinar.
Según trascendió, ambos operarios estaban solos y de los insultos pasaron a una pelea, hasta que uno de ellos, tomó una llave francesa, con la que le pegó en la cabeza a su oponente, identificado por la Policía como
Ariel Muzzolón de 39 años, ocasionándole heridas de gravedad y su instantáneo fallecimiento.
Luego de cometer el crimen, e
l homicida, de 45, fugó, utilizando el auto de la víctima que estaba en la playa de estacionamiento de la fábrica, hasta que decidió entregarse y confesar lo sucedido, se presume que aconsejado por un abogado.
"El cuerpo sin vida del empleado fue encontrado por otro trabajador de esa metalúrgica, tirado en el piso, en medio de un charco de sangre y con la cabeza destrozados por los fierrazos que recibió", indicaron los investigadores del caso al diario digital Pilar de Todos.
Además, de acuerdo a lo consignado por voceros de la comisaría 1ª de Pilar, "a las policías horas,el homicida se contactó con personal policial, para acordar entregarse en la sede de un estudio jurídico de la zona".
"Por lo que nos dicen sus compañeros, eran dos personas que s
olían discutir por cuestiones normales, como un partido de fútbol, pero hace un año habrían tenido un intercambio de palabras más fuerte, aunque las razones de lo ocurrido son materia de investigación", sostuvo el comisario Marcelo Guzmán.
Si bien resta conocerse el resultado de la autopsia, se desprende que el causal de la muerte fue la fractura de cráneo, producida por los golpes que recibió con la llave francesa. Se presume que el confeso asesino, tendrá que ratificar ante la fiscalía que investiga el caso, los dichos vertidos ante los policías que lo detuvieron, cuando decidió entregarse.