Hace una semana, Sebastián Wagner reconoció ante el fiscal Ignacio Telenta la autoría del aberrante crimen de Micaela García en la madrugada del 1° de abril y se encargó de dejar prácticamente sin escapatoria a su jefe, Néstor Roberto Pavón, dueño del lavadero de camiones y gomería donde trabajaba.
Si bien en el pasado el principal acusado ya había utilizado la estrategia de comprometer a una segunda persona –cuando lo acusaron de un tercer abuso y señaló a su hermano gemelo-, la Justicia entrerriana está convencida de que esta vez dice la verdad, sobre todo porque en esta oportunidad no se desligó completamente del hecho sino que asumió la responsabilidad y además señaló a un cómplice.
Por eso después de que lo indaguen este miércoles, Pavón quedará imputado ya no sólo como encubridor sino por la co-autoría de los mismos delitos que se le endilgan a Wagner: abuso sexual con acceso carnal y posterior homicidio calificado por alevosía, por femicidio y criminis causae.
Si le dictan la prisión preventiva, la medida será de 30 días y deberá ser tratada a comienzos de mayo, por lo que el secuaz de Wagner seguirá alojado en la Jefatura de Policía, ya que está dentro de los plazos para no ser trasladado a la cárcel, aclaró el sitio local 03442.
En su declaración de hoy, Pavón deberá defenderse no sólo del relato de Wagner que lo incrimina sino de las pruebas que los investigadores recolectaron en su contra. Ellos tienen probado que Pavón estuvo con Wagner antes y después del crimen, cuando ambos lavaron el auto, y que el gomero conectó a su empleado con el camionero que lo llevó a Campana y que se puso en contacto con su madre, Gabriela Wagner, y el concubino de ésta, el ex policía local Fabián Ehcosor.
¿Qué contó Wagner? Que salieron “de cacería” en el marco de una noche cargada de excesos (consumió alcohol y se sabe que es adicto a la cocaína), y que junto a Pavón eligieron a la víctima, a la que subieron al auto y violaron alternadamente hasta trasladarla al lugar donde la mataron, según publicó el diario Clarín.
El procurador general del Poder Judicial, Jorge García, sostuvo que “la versión de Wagner es muy válida porque no intentó quitarse su propia responsabilidad; sino que admitió su culpabilidad e incluyó a otra persona como coautora, lo que es importante teniendo en cuenta que hubo una rápida y fácil reducción de la víctima; y sobre todo por lo que ocurrió después, porque es muy difícil ocultar un cuerpo sin la participación de una segunda persona”.
¿En qué se basan? En que el cuerpo de Micaela –quien era estudiante de Educación Física e impuso una fuerte resistencia- apareció tirado bajo un árbol de la Estancia 6 Robles al que se llega después de caminar por lo menos 21 metros. Es decir, saben que no pudo obrar una sola persona en ese procedimiento. Las filmaciones y el lavado del auto son otros elementos –entre tantos- que dejaron a Pavón contra las cuerdas.
Dato: el otro detenido por el crimen de Micaela –está con prisión preventiva de 30 días- es José Fabián Ehcosor, padrastro de Wagner, por encubridor. Además, el fiscal Telenta no descarta imputar por encubrimiento a la novia de Wagner, Nora González, y su hijo, el chico de 13 años que ayudó a limpiar el Renault 18 Break donde violaron y cargaron el cuerpo de la víctima.