Hay tres sospechosos: el padrastro y otros dos conocidos de la chica. Junto al resto de la familia fueron sometidos a careos durante más de 12 horas. Especulan con un ataque sexual frustrado. Aguardan pericias clave.
La aparición de un testigo protegido en la investigación por el horrendo femicidio de la adolescente Ángeles Rawson generó una explosión en la causa, planteando una trama macabra y dejando en la mira directa de la justicia al entorno íntimo de la víctima. Aunque el móvil era incierto, se especulaba con un ataque sexual frustrado que derivó en el crimen de la chica, y personas que encubrieron el drama.
El testigo protegido dejó la Fiscalía pasada la medianoche. Luego lo hicieron parte de los familiares de Ángeles, como su hermano y su abuela. El resto del grupo familiar se retiraba durante la madrugada. Son tres los sospechosos, el padrastro y otros dos "conocidos" de la estudiante ahorcada, que junto al resto de la familia fueron sometidos durante más de 12 horas a careos en la fiscalía, en medio de nuevos allanamientos en el edificio donde habitaba la joven, principalmente en el sótano.
Herramientas y sogas fueron secuestradas por peritos de la Policía Federal en la medianoche del predio ubicado sobre la calle Ravignani al 2300, elementos similares a los que se utilizaron para matar por ahorcamiento a la víctima y luego atar su cuerpo de pies y manos, para finalmente introducirlo en una bolsa de residuos y dejarlo en un recipiente de basura en la calle. Como se sabe, los restos primero fueron a una planta en Colegiales y terminaron en la CEAMSE de José León Suárez.
Fuentes judiciales indicaron que el padrastro de la víctima, Sergio "Pato" Opatowski, había sido notificado de las sospechas que pesaban sobre su persona en torno al homicidio, además de otras dos personas, un segundo familiar de Angeles y alguien más del edificio, que habría cooperado con el plan para intentar desprenderse del cadáver. Se esperaban imputaciones y, por la gravedad de la acusación, inmediatas detenciones.
Así, la fiscal Asaro cree que tras el crimen, que se sospecha fue perpetrado dentro del edificio de la calle Ravignani, se urdió una trama macabra, primero para ocultar el cuerpo, luego llevarlo a un contenedor y finalmente comenzar a solicitar ayuda para difundir la "desaparición" de la estudiante.
Un dato valorado como "importante" por la fiscal fue aportado por María Elena Leuzzi, titular de la Asociación Víctimas de Violación, quien ayer le contó que el martes fue a la casa de la familia luego del hallazgo del cadáver y cuando se pensaba que "Mumi" había sido violada, con intenciones de ofrecerles contención. En ese marco, la mujer vio en la mesa unas llaves, que pertenecían a la joven, lo que revelaba que había regresado a su casa, contrariando la versión de los familiares, quienes aseguraban que jamás había retornado de su clase de gimnasia.
"Había dos llaves con una tirita de diez o doce centímetros de color celeste. Entonces yo le digo a uno de los hermanos, el más chico: ¿por qué no guardás estas llaves que se van a perder? Que hay mucha gente?", relató Leuzzi al salir de la fiscalía. "El me dice 'no, son las de Angeles' y no le dio importancia y las llaves quedaron ahí. Cuando se lo comenté a un policía (y ante la recomendación de éste) vine inmediatamente a la fiscalía", agregó. Sin saberlo, su aporte terminó de redondear las sospechas de la fiscal.
A partir de ese momento, Asaro comenzó a interrogar a la madre de Angeles, María Elena Aduriz; la abuela, María Inés, y sus hermanos, Juan Cruz y Jerónimo. Alrededor de las 22, llegó al lugar, fuertemente custodiado, el padrastro de Angeles, y al poco tiempo un testigo protegido, que fue llevado por la funcionaria Cristina Caamaño, del Ministerio de Seguridad nacional, y notable fiscal en el caso por el crimen de Mariano Ferreyra.
"El testigo protegido fue aportado a partir de la colaboración entre la fiscalía, la Policía Federal y personal del Ministerio de Seguridad", señaló una alta fuente de la cartera de seguridad a DIARIO POPULAR.
Esta persona generó un revolución en el recinto del Ministerio Público, porque su testimonio colocó contra las cuerdas la versión familiar del "hecho al voleo", es decir, de un rapto en la calle cuando la chica volvía a su casa y el crimen cometido por un desconocido.
La fiscal Asaro decretó desde el primer momento, y de manera acertada, el secreto de sumario, lo que generó innumerables versiones y datos confusos. Anoche, sin embargo, fuentes cercanas a la pesquisa dijeron que a las pruebas e indicios ya comentadas se suma la filmación de una cámara de seguridad ubicada sobre la avenida Santa Fe.
Asimismo, se aguardaban resultados de pericias que podrían ser determinantes. Por ejemplo, se enviaron al laboratorio "rastros" retirados de las uñas de la víctima. La sospecha es que Angeles se resistió fuertemente a un ataque sexual, dentro del edificio y, en ese marco, fue asesinada por ahorcamiento. La chance de contar con el ADN del agresor es un dato certero.i