El país muestra contrastes cada vez más marcados, donde el crecimiento de algunos sectores convive con las dificultades cotidianas de otros. Una postal que refleja que Argentina parece estar dividida en dos.
Argentina parece transitar dos realidades paralelas. Mientras millones de familias ajustan gastos y cuentan cada peso para llegar a fin de mes –en un contexto donde hasta el precio de una docena de empanadas ha desatado una polémica pública–, otros sectores viven un auge económico que no muestra señales de desaceleración. Las cifras del mercado automotor e inmobiliario reflejan esta contradicción, mostrando un país que avanza por caminos cada vez más distantes.
En marzo de 2025, el mercado automotor alcanzó un récord de 47.147 vehículos patentados, un 82,6% más que en el mismo mes del año anterior. El acumulado del primer trimestre llegó a 161.229 unidades vendidas, lo que implica un crecimiento interanual del 90,2%. “El fenómeno responde a factores como el acceso a créditos a tasa cero, expectativas de devaluación y la percepción del automóvil como refugio de valor”, explica el economista Julián Rojo. Entre los modelos más vendidos se destacan el Peugeot 208, Fiat Cronos, Toyota Hilux y Volkswagen Amarok.
El mercado inmobiliario también muestra cifras que no podía exhibir desde hace al menos siete anos. En abril de 2025, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se registraron 5471 escrituras de compraventa por un total de $727.050 millones, lo que representa un incremento del 50,5% en la cantidad de operaciones y del 160% en el monto total respecto al año anterior.
Los barrios de Palermo, Belgrano, Recoleta, Caballito y Villa Urquiza concentran las ventas, con precios del metro cuadrado que oscilan entre u$s 1.700 y u$s 4.000. Los departamentos de dos y tres ambientes superan los u$s 100.000, mientras que los monoambientes parten de los u$s 80.000. Los créditos hipotecarios, si bien representan una porción aún menor del PBI, crecieron un 480% en febrero.
Además, con el reciente lanzamiento del plan del Gobierno para incentivar el uso de los “dólares del colchón”, se espera que las ventas de autos y propiedades se aceleren todavía más. El blanqueo de capitales podría empujar aún más a estos sectores, profundizando el auge para quienes tienen capacidad de ahorro e inversión. En contraste, otros rubros de la economía –como los textiles o la producción de alimentos– parecen condenados a quedar postergados, afectados por la caída del consumo interno y las dificultades de financiamiento.
Pero mientras una parte del país debate entre modelos de autos o ubicaciones para invertir, millones de argentinos siguen enfrentando una inflación que, aunque comenzó a moderarse, mantiene a los salarios por detrás de los precios.
Eso fue lo que quiso señalar el actor Ricardo Darín cuando —sentado en la mesa de Mirtha Legrand— se mostró sorprendido por la iniciativa del Gobierno de pedirle a los argentinos que saquen los dólares del colchón y los inviertan.
¿“A quién le hablan? Si una docena de empanadas cuesta 48.000 pesos”?, advirtió el reconocido artista.
Fue el mismísimo ministro de Economía quien salió a responderle. “Me da como vergüencita ajena, porque se quiso hacer el popular y le salió mal. Ricardito si a vos te gusta comprar las empanadas en lugares caros, quédate tranquilo que hay muchos argentinos que disfrutan de ricas empanadas por 16.000 pesos”, le dijo Toto Caputo horas después de las declaraciones del autor.
La polémica desatada por las “empanadas imposibles” revela hasta donde llega la bifurcación de un país —hace tiempo ya— dividido en dos mitades. La mitad de los que no llegan a fin de mes y la de quienes pueden ahorrar y quieren materializar ahora un consumo retrasado. Y ven en este escenario de estabilidad del dólar y de inflación en baja el momento indicado para gastar sus dolares en un inmueble o en cambiar el auto.
Así, Argentina se muestra como un país de contrastes cada vez más marcados, donde el crecimiento de algunos sectores convive con las dificultades cotidianas de otros. Una postal que refleja que, más que un solo país, Argentina parece estar dividida en dos.
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