Se acordó este viernes en el marco de la visita del Ministro de Economía a Beijing, y es por el plazo de tres años, según confirmó el Banco Central.
La República Argentina renovó este viernes en Beijing el swap de monedas con China por 130 mil millones de yuanes, equivalentes a US$19.000 millones, por el plazo de tres años, confirmó el Banco Central.
La suscripción anticipada de este acuerdo de monedas con el Banco Popular de China (PBoC por sus siglas en inglés) se acordó durante una reunión que mantuvieron el ministro de Economía, Sergio Massa, y el titular del BCRA, Miguel Pesce, con el presidente de la entidad china, Yi Gang, en la sede del PBoC.
El swap comprende el intercambio de monedas como refuerzo de reservas internacionales por 130 mil millones de yuanes renminbi, y una activación especial por 35 mil millones de yuanes renminbi para compensar operaciones del mercado cambiario.
Ambos bancos centrales habían establecido acuerdos en 2009, 2014 (renovado en 2017 y complementado a fines de 2018), y 2020. Más temprano, Massa se había reunido en Beijing con el viceministro de la Aduana china (GACC), Wang Lingiun.
La GACC tiene especial relevancia en el comercio bilateral entre ambos países, porque tiene competencia en todo lo vinculado con la importación y exportación de bienes de China, además de encargarse de la inspección y cuarentena animal, vegetal y de sus productos asociados; y de supervisar la inocuidad en los alimentos que ingresan y salen del país asiático.
El titular del Palacio de Hacienda completó su actividad oficial con una reunión de trabajo con ejecutivos del Banco de Desarrollo de China (CDB), y el viceministro de Finanzas, Wang Dongwei.
También mantuvo un encuentro con el vicepresidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, Li Chunlin, en la cual se firmó el Plan de Cooperación de la Franja y la Ruta, iniciativa económica de China a la que se incorporó Argentina el año pasado.
La actividad de la delegación argentina se completó con una reunión de trabajo en la Asamblea Nacional Popular, el máximo órgano legislativo de China, en la que estuvieron presentes la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau; los diputados nacionales Máximo Kirchner, Paula Penacca, y Diego Sartori; y el secretario administrativo de la Cámara baja, Rodrigo Rodríguez.
El ministro de Economía, Sergio Massa, dialogó el jueves con autoridades del área económica de la República Popular y conoció la mirada de Beijing sobre América latina, en un intercambio que incluyó inversiones, pedidos mutuos y la reafirmación de que el gigante asiático seguirá apoyando a la Argentina en todos los foros.
En su primer día en la capital de China, el jefe del Palacio de Hacienda se entrevistó con el ministro de Comercio chino, Wang Wentao; el vicepresidente del Eximbank (banco promotor de exportaciones), Zhang Wencai, y con el diplomático Qiu Xiaoqi, exembajador de su país en México y Perú, representante especial para asuntos latinoamericanos.
Massa escuchó a sus anfitriones confirmar desembolsos para el proyecto Cauchari, sobre una explotación de litio en Jujuy, y para reacondicionar los trenes Urquiza y Belgrano Cargas, pero además recibió evaluaciones optimistas sobre el potencial de la Argentina para los próximos años, pese a sus problemas actuales.
En ese sentido, una conversación significativa fue la que mantuvo con el exembajador Qiu Xiaogi, quien lo invitó a cenar en una residencia especial para dignatarios extranjeros que están de visita en Beijing.
El representante de la Cancillería china sostuvo allí que la Argentina de los próximos años tendrá una oportunidad para crecer y desarrollarse porque posee lo que demandará el mundo.
El diplomático Qiu basó esa perspectiva en la combinación de proteínas, energía, minerales y tecnología, desarrollos humanos y condiciones naturales que le atribuyó a la Argentina para el corto plazo, según reconstruyeron fuentes oficiales.
En sintonía con ese planteo, Massa advirtió en sus últimos discursos sobre la paradoja que implica que el país atraviese la encrucijada del sobreendeudamiento, la guerra, la sequía y la pandemia, cuando para el mediano plazo los pronósticos estructurales sean más positivos.
Son evaluaciones que los analistas asignan al impacto para la generación de divisas que acarreará un auge exportador de la actividad minera; también al yacimiento de Vaca Muerta.
Cuando esta visión surgió en la cena con Massa, el diplomático Qiu lanzó una definición en nombre de su país. "Ustedes tienen un proyecto de desarrollo y nosotros lo respetamos", remarcó. Con este pronunciamiento como garantía y síntesis, el ministro de Economía y el diplomático Qiu expusieron luego las prioridades de cada país.
Fue una conversación en la que se abordaron temas cruciales para los intereses de ambos países, siempre con el criterio de profundizar la relación en beneficio mutuo, contaron las fuentes.
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