"No me arrepiento, no quiero ser hipócrita. Yo en ese momento privilegié mi vida. A lo mejor otro santo, otro que tiene tiempo para pensar... La filósofa Beatriz Sarlo tuvo otra actitud, habrá tenido más tiempo, no sé". Las declaraciones corresponden a la exsenadora Hilda "Chiche" Duhalde, quien lejos de mostrar arrepentimiento por haberse aceptado vacunarse antes de lo que del cronograma le indicaba.
"¡Parece que todos mean agua bendita en este país!", señaló la dirigente política a modo de justificación de su accionar enmarcado en lo que se llamó el Vacunatorio VIP que opacó el inicio del programa de vacunación lanzado por el gobierno nacional.
Entrevistada por Intratables, la esposa del expresidente Eduardo Duhalde, afirmó "hay cosas que suceden sin que tengas tiempo a medir. Cuando a vos, de pronto en un rato, que pueden haber sido dos horas como máximo, estás tranquila en tu casa, tomando mate con tus hijas, y de pronto se da esa situación y vos entendés que un expresidente, un hombre que va a cumplir 80 años... No, no, no te parece mal".
"Él preocupado por mi salud, con una mujer que tiene un solo riñón, con EPOC, a punto de operarse de la columna vertebral, faltaban 20 días... Con miedo real al coronavirus, no recapacité. Pero sí tuve tiempo de recapacitar que a mis hijas no les correspondía. Cuando me dicen que el frasco se abre y a la media hora la vacuna pierde el efecto y yo les digo '¿Por qué no se la dan ustedes?' recuerdo la contestación de Costa: 'No, porque yo acabo de salir del coronavirus'. Y fue un acto sin pensarlo (que se la aplicaran también a sus hijas que estaban presentes junto a ella)".
"He tenido una trayectoria intachable y ahora de lo único de lo que me pueden preguntar es de ésto. ¡Por Dios, que cada uno mire para adentro! Tengo enormes cuestiones por las que me tengo que enorgullecer a lo largo de mi vida; le he dedicado mi vida a ayudar a la gente, a organizarla, a sentirme orgullosa de que la gente me diga 'gracias a usted pude salvarle la vida a mi hijo', 'pude hacer esto, pude hcer aquello' ¿y hoy tengo que vivir así? No, quiero salir con la frente alta, quiero seguir trabajando, tener voz y seguir ocupándome de las cosas que me ocupé y me hacían tan feliz".
En otro pasaje, la que fuera primera dama reconononció: "Este tema a mí me afectó de una manera muy particular, nunca me había pasado. Me afectó de tal manera que por mucho tiempo no me atreví a ir a la carnicería, la verdulería, al almacén... Yo decía '¿Cómo me mirarán?", confesó al recordar que vive en un barrio de Lomas de Zamora y que le costó vencer ese encierro.
"Yo sentía íntimamente que otra persona en mi situación habría hecho algo parecido", agregó.
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