El presidente y la expresidenta están convencidos de que atacarse entre sí les otorga al menos una fidelización de sus seguidores y los mantiene en el centro de la escena política.
Cristina Fernández de Kirchner y Javier Milei no son hermanos. Pero como Lucía y Joaquín Galán sacan rédito de pelearse en público, gritándose y acusándose de barbaridades el uno al otro. Es que, aunque lo hagan sin melodía, el presidente y la ex presidenta están convencidos de que atacarse entre sí les otorga al menos una fidelización de sus seguidores y los mantiene en el centro de la escena política. Y eso es fundamental para ambos, tanto para quien ejerce el poder como para quien pretende seguir siendo la principal figura de la oposición y asegurarse que nadie le quite ese lugar.
Esto es lo que vienen haciendo desde hace meses y se profundizó desde hace una semana, cuando Cristina Kirchner publicó un documento titulado “Es la economía bimonetaria, estúpido” en el que analizaba desde su perspectiva la marcha de la economía actual.
Poco después, el presidente Milei le respondió por redes y prometió darle una clase magistral de economía. “De economía no entendés mucho, prendé la tele hoy a las 19 que voy a estar dándote una clase particular ad honorem”, publicó Milei en sus redes sociales. Se refería a la charla que dio el viernes pasado en Mendoza al clausurar las sesiones del congreso del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF).
Una semana después y con la excusa de recibir un Doctorado Honoris Causa en la Universidad Nacional del Oeste (UNO) en Merlo, Cristina redobló la apuesta y criticó duramente todos los dichos de Milei de una semana atrás.
“No me voy a detener en que dijo burra, que no entiendo nada de economía…”, deslizó Cristina al comenzar su larga lista de críticas a Milei. Y agregó: “Se que dio una charla el viernes pasado a la noche, la verdad es que tengo cosas que hacer como para escucharlo a Milei. Pero como soy responsable y muy ñoña, el domingo por la tarde escuché su charla”, dijo la ex presidenta.
Tras criticar duramente la situación actual de la economía y calificarla como una “verdadera tragedia social”, Cristina instó al presidente a ampliar su lectura. “Mire Presidente, lárguelo a (Milton) Friedman, largue la escuela austríaca, cace el manual argentino y por favor siéntese a administrar el país”.
La ex vicepresidenta subrayó que la política económica del gobierno de Milei “nos ha llevado a ser el país de la región más caro en dólares”. Y criticó con dureza al presidente a quien trató de lunático. Sin embargo, le reconoció algo y al hacerlo aprovechó y criticó solapadamente a Alberto Fernández. “Le reconozco una cosa: logró que el FMI saque a este señor Valdés, que parece no ser muy amigo de la Argentina. Me hubiera gustado que ese empeño lo tuvieran otros... pero dejémoslo ahí", deslizó Cristina en un tono irónico.
Como en una buena canción de los Pimpinela, la ex vicepresidente lanzó una de cal y una de arena. “Se que andan comentando cosas sobre la vicepresidenta (por Victoria Villarroel) sólo les digo: una pinturita yo, eh?” y el público estalló en carcajadas en una clara alusión a su polémica relación con el ex presidente Alberto Fernández.
Es que Cristina no fue a la Universidad del Oeste sólo para ocupar su lugar de Lucía Galán en este dueto-duelo que mantiene con Milei. Lo hizo también como un mensaje hacia dentro del espacio político que la tiene como referente, donde por estos días abundan las internas especialmente entre La Cámpora y el gobernador Axel Kicillof que estuvo en primera fila escuchándola con atención y luego en un escenario improvisado desde el cual la ex vicepresidenta le habló a la militancia, dejando atrás por un rato el formato Pimpinela que había expuesto durante toda la tarde.
Cristina no se privó de nada y también lanzó críticas a Macri y a Caputo, “Hay un Caputo 1 y un Caputo 2”, dijo, refiriéndose a la gestión de Luis “Toto” Caputo durante la presidencia de Macri y ahora, que parece haberse convertido en un rockstar. Y subrayó que el presidente Milei cambió desde que llegó a la presidencia: “Está claro que ha cambiado. Llegó al gobierno en nombre de la libertad, criticando al Estado que le ponían un pie en la cabeza a todos los argentinos. Y a nueve meses, de los cuatros precios fundamentales de la economía, el dólar, tasa de interés del BCRA, salarios y el precio de los bienes y servicios, están totalmente intervenidos y controlados por el Poder Ejecutivo. Lo único liberado son los precios de las tarifas y los servicios".
En otro tramo de su discurso, Cristina Kirchner recordó en 2008 un período de su gestión. ”Ese año tuvimos superávit fiscal con crecimiento e inclusión social. Esa es la virtud", dijo y lo contrapuso a que la situación de que "se mueran todos de hambre y te sobre la plata”. Y aseguró: “La gracia esta en que la gente coma y vos puedas administrar el Estado también”.
Pero este viernes, su compañero de canto se mantuvo callado. Poco antes de que en Merlo comenzara el discurso de la ex presidenta, Milei fue a la Sociedad Rural para participar de una premiación de toros y darle su apoyo al titular de la SRA que el viernes pasado sufrió un atentado al recibir un paquete con un explosivo dentro. Pero no emitió sonido. Llegó acompañado por su hermana, Karina Milei, y allí se encontró con Patricia Bullrich en un claro gesto de respaldo a la ministra de Seguridad. Pero esta vez eligió el silencio. Tal vez esté demasiado concentrado en preparar el mensaje que dará el próximo domingo en el Congreso al presentar el Presupuesto 2025. O tal vez sólo imaginó que cantaba: “Por eso vete, olvida mi nombre mi cara mi casa y pega la vuelta” mientras imaginaba que la miraba a Cristina Kirchner.
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