El arzobispo Agustín Radrizzani descartó que el Papa Francisco haya tenido injerencia en la misa que se ofició el último sábado en Luján con sindicalistas. "La decisión de realizar la celebración fue mía", agregó.
La aclaración la hizo el propio arzobispo de Mercedes-Luján a través de un comunicado y asumió su responsabilidad de realizar esa misa, contradiciendo los dichos del secretario general de Camioneros, Pablo Moyano, quien dijo que el acto se realizó gracias a la decisión del Sumo Pontífice.
Moyano: "La movilización a Luján no podría haberse hecho sin la venia del Papa"
Además, el obispo afirmó que no hubiese sido “pertinente” rechazar el pedido que le hicieron los dirigentes gremiales de realizar la misa en Luján y que celebró “la intención de rezar por la paz, el pan y el trabajo”.
“Mi propósito, expresado en la homilía, fue propiciar una súplica confiada a Dios para favorecer un clima de dialogo que nos ayuden a superar las dificultares que sufren muchos argentinos. Nunca tuve la intención de apoyar ni a un partido, ni a una ideología, ni a personas concretas”, indicó.
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